Los caminos a Guadalupe a su paso por Castilla-La Mancha, una combinación perfecta de turismo y naturaleza

La región ofrece numerosos trazados en los que descubrir la riqueza paisajística y la belleza monumental de las localidades que atraviesan.
Los peregrinos tienen diversos caminos para llegar desde Castilla-La Mancha a Guadalupe. | TURISMO CLM
photo_camera Los peregrinos tienen diversos caminos para llegar desde Castilla-La Mancha a Guadalupe. | TURISMO CLM

TOLEDO.- Calzado deportivo cómodo, agua para hidratarse y mochila a la espalda. Listos para recorrer una gran variedad de caminos que atraviesan Castilla-La Mancha con un único destino: Guadalupe.

El Real Monasterio de Santa María de Guadalupe, Patrimonio Mundial de la Unesco ubicado en Cáceres, es, después de Santiago de Compostela, uno de los lugares de peregrinación más conocidos no solo en España sino también en Europa.

El origen de las peregrinaciones se remonta al siglo XIV y a la leyenda que cuenta que la virgen se apareció al pastor Gil Cordero en un paraje cercano al río Guadalupe mientras buscaba una vaca que había muerto pero que vio como se levantaba y seguía con vida. La santa le pidió cavar en ese lugar donde después se encontraría una talla del siglo I enterrada por clérigos sevillanos y a raíz de esto, Alfonso XI mandó construir una ermita en 1337 que hoy en día es un santuario monumental de gran valor.

Fue este monarca el que creó también una red de caminos que con el tiempo han sido rehabilitados y divulgados y, en ese contexto, Castilla-La Mancha cuenta con una serie de caminos acreditados que tienen como meta el santuario de Guadalupe y, además del carácter religioso, combinan a la perfección turismo y naturaleza.

Son numerosos los trazados de estos caminos a Guadalupe que recorren la región, en concreto pasan por cuatro de las cinco provincias, y el más conocido de ellos es el Camino Real, que recibe este nombre porque fue el utilizaron reyes de Castilla en sus peregrinaciones. Tiene dos puntos de partida y uno de ellos es Toledo, aunque ambos se unen en la localidad de La Mata en esta provincia y desde ahí pasa por Talavera de la Reina, Calera y Chozas y Oropesa.

Por territorio de la Archidiócesis de Toledo de manera íntegra discurre también el Camino de los Montes de Toledo, así como ocupa parte de esta provincia el Camino de la Jara, una alternativa más corta que el Camino Real entre Calera y Chozas y Guadalupe, que por su orografía permite hacerla también en bici.

El otro trazado histórico por la región es el Camino de Levante, el que hizo el rey Enrique IV partiendo de Saceruela (Ciudad Real), si bien el camino une Valencia con Guadalupe y pasa no solo por la provincia de Ciudad Real sino también por la de Albacete, además de que al último tramo también se le conoce como Camino del Sácer.

Pero aparte de los trazados históricos, Castilla-La Mancha cuenta también con diferentes recorridos hasta Guadalupe y hacen un total de 16. Estos caminos son muy transitados por peregrinos locales, pero también por quienes quieren aprovechar el recorrido para conocer los atractivos turísticos de las localidades castellanomanchegas que atraviesa.

Por la provincia de Albacete, pasan los caminos de La Mancha y de Valencia e invitan a conocer rincones paisajísticos de esta zona de la región como el nacimiento del río Mundo y el patrimonio cultural de muchas localidades reflejado en castillos, palacios o parroquias.

En la provincia de Ciudad Real, la propuesta para llegar a Guadalupe sin perderse sus recursos naturales, patrimoniales y culturales es muy amplia, con hasta ocho caminos que la atraviesan (Camino de La Mancha, Camino de los Estados del Duque, Camino de los Mineros, Camino de Cabañeros por Alcoba, Camino Militar, Camino de Córdoba por Guadalmez, Ciudad Real-Alcolea y Ciudad Real-Poblete).

El de Valencia a Toledo es el camino que pasa por Cuenca, una capital y una provincia en la que se mezclan historia y naturaleza así como la oportunidad de vivir experiencias únicas en ruta hacia Guadalupe.

Y ocho también son los caminos que atraviesan la provincia de Toledo (Camino Real de Madrid, Camino de los Bandoleros, Camino Toledano Romano Oriental, Camino de Valencia por Toledo, Camino Toledano, Camino de los Estrados del Duque, Camino de Santa Teresa de Ávila y Camino de la Jara).

Además de la capital castellanomanchega, Patrimonio de la Humanidad, estas vías llevan a descubrir decenas de localidades a las que Cervantes puso en el mapa con su obra universal del Quijote, la Ciudad de la Cerámica o Puente del Arzobispo.

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