CIUDAD REAL.- Castilla-La Mancha celebra sus cuarenta años de autonomía y en este Día de la Región era de esperar que quienes han estado al frente de su construcción desde el gobierno no faltaran a la cita. No lo han hecho los expresidentes José Bono y José María Barreda, aunque sí la expresidenta María Dolores de Cospedal, quien no ha aceptado estar.
Y aunque las ausencias de Cospedal no son nuevas en los actos institucionales del Día de Castilla-La Mancha que se han sucedido desde que saliera del Palacio de Fuensalida -hace ya siete años-, en este año del aniversario, quizás, se esperaba su asistencia.
Sin embargo, su vuelta al foco mediático, con la aparición de los nuevos audios de sus maniobras con el excomisario Villarejo para intentar que la "libretita" de Bárcenas sobre la 'caja B' del Partido Popular no saliera a la luz, y la petición del juez García Castellón para que se analice si procede reabrir la 'Kitchen' por ellos, han podido influir en la decisión de no aceptar la invitación a este acto institucional del Día de Castilla-La Mancha.
Ausencia que no ha querido dejar pasar durante su intervención el presidente regional, Emiliano García-Page, quien ha subrayado que hoy en Puertollano "estamos todos los que tenemos que estar, obviamente, los que han aceptado estar", ha precisado.
Y es que, en esta celebración del 40 aniversario de la región, García-Page ha hecho una mención especial "a los dos presidentes de la comunidad autónoma que han aceptado la invitación y nos acompañan".
Se ha dirigido así a los expresidentes Bono y Barreda, destacando la importancia de "la sanidad, la educación y los servicios sociales que levantaron", pero también que "tuvieron claro el hecho de mimetizarse con el paisaje, con la sociedad de esta tierra".
Dos presidentes que "no gobernaron para la nube", ha subrayado García-Page, y que tampoco se vieron afectados por "el mal de la M-30", que para algunos hace que "España se quede ahí".
Durante sus mandatos "construyeron mucho" y fruto de ello "la gente que empezó sin pensar que esto era útil", comprendió que "el 90 por ciento de las cosas que nos afectan en la vida diaria pasa por Castilla-La Mancha".
Y es que, ha recordado a modo de anécdota, al principio "al presidente Bono no le llamaban Bono, sino Castilla-La Mancha", un ejemplo de identificación del producto con la marca -ha apuntado- que refleja "una seña de identidad" de la clase política de esta región.
Echando la vista atrás también ha recordado cómo hoy la gente tiene claro que se deciden muchas cosas en la Comunidad Autónoma, que echó a andar con un presupuesto de 500 millones de pesetas y "vamos ya por 13.000 millones de euros", con los que "se pueden hacer muchísimas cosas importantes de verdad".
Algo quizás no siempre apreciado, pero que "la gente valoró mucho cuando se pusieron en cuestión la sanidad o la educación, y se suprimieron servicios", ha recordado en relación a la etapa de Gobierno del Partido Popular, con la hoy ausente Cospedal al frente. "Hasta eso ha sido útil para que la gente valore que lo realmente importante es esta tierra y que los ciudadanos decidan por sí mismos".
Pero además García-Page también ha querido destacar de sus antecesores allí presentes el haber dejado claro en retieradas ocasiones que "si podemos elegir entre los intereses del partido que nos coloca o la sociedad que nos da su confianza, siempre Castilla-La Mancha, esa es la clave", ha sentenciado.
Mensajes directos a quien hoy ha preferido no sumarse a la celebración institucional del Día de Castilla-La Mancha, a la que sin embargo, sí han asistido otros destacados dirigentes del PP en aquella etapa, como el que fuera número 2 en la región y presidente del Parlamento regional, Vicente Tirado.
Junto a él tampoco han faltado a la cita otros expresidentes de la Cámara como Francisco Pardo, director general de la Policía Nacional, o Francisco Javier de Irízar, actual presidente del Consejo Consultivo de Castilla-La Mancha.
