Vecinos de la Alcarria conquense vuelven a salir a la calle para mostrar su rechazo a la "invasión" de macrogranjas

Una caravana formada por más de 150 vehículos partía de Gascueña rumbo a Huete, pasando por varias de las localidades afectadas por estas explotaciones porcinas.
Más de 150 vehículos participaron en la caravana protesta contra las macrogranjas convocada este sábado. - PCE CUENCA
photo_camera Más de 150 vehículos participaron en la caravana protesta contra las macrogranjas convocada este sábado. - PCE CUENCA

CUENCA.- La Alcarria conquense ha vuelto a salir a la calle para protestar contra la "invasión porcina" que siguen viviendo sus pueblos, pese a estar en vigor la moratoria aprobada en enero de este año.

Una caravana formada por más de 150 vehículos, convocados por la Plataforma Stop Macrogranjas Alcarria Conquense, integrante de la asociación Pueblos Vivos Cuenca, partía de Gascueña este sábado, rumbo a Huete, pasando por las localidades de Villalba del Rey, Tinajas, Portalrubio de Guadamejud, Valdemoro y Moncalvillo de Huete, en las que fueron sumando integrantes.

Una vez en Huete, en la plaza de Fray Ambrosio Montesino, donde se congregaron más de medio millar de personas, no solo de los pueblos afectados y conlindantes a las tres macrogranjas que se están tramitando, sino también de otros municipios en los que llevan años sufriendo las consecuencias de estas instalaciones de ganadería intensiva como Priego o Víllora. "Pestes insoportables, moscas, fuentes contaminadas de nitratos", detallan desde Pueblos Vivos Cuenca, que "no solo afectan en su día a día a la ciudadanía, sino a la propia vida social de los municipios".

Todos ellos se unían para alzar la voz contra las tres macrogranjas de 2.496 cerdos cada una que se han proyectado en Portalrubio de Guadamejud (dos de ellas) y una tercera en Moncalvillo de Huete. Instalaciones que, según se desprende de los planos de los proyectos -precisan desde la asociación- "ya están preparadas para futuras ampliaciones".

Desde Pueblos Vivos Cuenca tienen claro que tal y como se han presentado los tres proyectos, se trata de un "fraccionamiento de instalaciones", con el único objetivo de intentar eludir la ley.

Y es que, apuntan, entre las tres explotaciones suman una capacidad total de casi 7.500 cabezas, que engordarán a unos 18.500 cerdos de cebo al año.

Macrogranjas que se ubicarán en el entorno del pantano de Buendía, y que consumirán de forma conjunta 30 millones de litros de agua al año, el equivalente a más de 20 veces el consumo total del pueblo de Portalrubio a lo largo de un año. Algo que, argumentan, "con la sequía que estamos sufriendo por el cambio climático", no es compatible con "derrochar un bien tan preciado y escaso como es el agua, y menos para que nos lo contaminen".

Por otra parte, los vecinos de la Alcarria conquense tampoco están dispuestos a consentir que "otros 17 millones de litros de purines al año, el equivalente a 4,8 piscinas olímpicas, se esparzan por nuestras gtierras sin control alguno por parte de las administraciones".

Consideran que prueba de ello fue, el pasado mes de diciembre, el anuncio de la Comisión Europea de que llevaría a España ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea por no haber adoptado medidas suficientes para combatir la contraminación por nitratos, después de llevar advirtiendo desde 2018 sobre el incumplimiento de la normativa, algo en lo que -apostillan- "Castilla-la Mancha no salía muy bien parada".

Para estos colectivos, el discurso de quienes intentan "vender las bondades de las macrogranjas", entre quienes sitúan a responsables de la Administración regional, ya no son creíbles. "Por todos es sabido que estamos fabricando cerdos en España y, en particular, en la provincia de Cuenca, para exportar a China o incluso a otros países europeos como Holanda o Alemania, que ven el alto coste ecológico que supone tener estas fábricas de carne en sus territorios".

En este sentido precisan que, de hecho, los gobiernos de estos países europeos "están subvencionando estas macrogranjas para desmantelarlas", mientras que en Castilla-La Mancha "el gobiero regional, con la connivencia que tiene con las empresas cárnicas, las subvenciona para instalarlas".

Desde Pueblos Vivos Cuenca critican que esa sea la forma de "luchar contra la población" y de "velar por el interés general" de los gobernantes de la región, "ayudando a que engorde la fortuna de quienes están detrás de estas instalaciones, en detrimento del medio ambiente, de contaminarnos el agua que sale de nuestro grifo, de nuestra salud y devaluar nuestras propiedades", explican, todo ello sin olvidarse de la desaparición, gracias a la instalación de estas explotaciones industriales tan contaminantes, de los pequeños ganaderos que son quienes generan empleo y fijan población.

Reclaman su derecho a "vivir con dignidad" en sus pueblos, y que los representantes políticos, tanto a nivel nacional como regional y local sean conscientes de que "Cuenca no se vende, Cuenca se defiende". En este sentido les invitan a pensar "en quienes los han puesto ahí y al servicio de quién están", y recuerdan que "tanto en mayo de 2023 como en noviembre de 2023, los cerdos, a día de hoy, todavía no votan", y que "por mucho que se agarren a los sillones, estos no son vitalicios".

Por otra parte, a quienes tanto desde las adminsitraciones como desde "alguna organización subvencionada que dice defender a los profesionales de la agricultura y ganadería" se les califica de "sectas" o "talibanes", al tiempo que se les acusa de "amedentrar" y "amenazar" a los vecinos, les dicen que cualquier intento para desacreditarles "es en vano", puesto que "demuestran lo que son", al retratarse con sus palabras y actos.

A todos ellos subrayan su intención de "seguir como hasta ahora": concienciando, ayudando, asesorando y apoyando en la medida de nuestras posibilidades a todos los que se pongan en contacto con ellos, defendiendo hasta la saciedad "lo que no hacen quienes cobran sueldazos, gracias a nuestros impuestos".

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