Los gancheros y cómo sus maderadas nunca dejaron de surcar el Alto Tajo para mantener vivo el oficio

Al finalizar agosto, los troncos que durante centenares de años fueron transportados río abajo vuelven a estas aguas para rendir homenaje al modo de vida y la dura labor de aquellos trabajadores.
La Fiesta Ganchera rinde homenaje a los hombres que durante siglos guiaron aguas abajo los troncos haciendo de su oficio un modo de vida.
photo_camera La Fiesta Ganchera rinde homenaje a los hombres que durante siglos guiaron aguas abajo los troncos haciendo de su oficio un modo de vida.

GUADALAJARA.- Durante cinco siglos las aguas cristalinas del Alto Tajo condujeron los troncos de la mejor madera hasta las vegas de Aranjuez. Era la mejor madera y los encargados de llevarla aguas abajo, hombres duros, hábiles con el gancho y excelentes conocedores de cada rápido y corriente, los gancheros.

Un oficio que marcó, en distintos sentidos, una parte de la vida de los vecinos de estas serranías, y despertando a su vez gran expectación entre quienes esperaban en las orillas el paso de las maderadas.

Troncos cortados que vuelven este fin de semana a viajar guiados río abajo, en el marco de la XXVI Fiesta Ganchera del Alto Tajo que en esta edición se celebra en Peñalén (Guadalajara).

Un enclave espectacular, con enorme atractivo para los amantes de la naturaleza en estado puro, que pueden encontrar en esta fiesta la excusa perfecta para adentrarse en el Parque Natural del Alto Tajo y descubrir los rincones y tradiciones de uno de los sistemas de cañones y hoces más importantes de Europa.

Celebración que vive su primera edición como Bien de Interés Cultural, tras el reconocimiento en la categoría de bien inmaterial que en 2021 recibían el oficio ganchero y el transporte fluvial de la madera en Castilla-La Mancha.

Un oficio de antaño que, sin embargo, sigue siendo una manifestación viva y representativa en los municipios de Peralejos de las Truchas, Taravilla, Poveda de la Sierra, Zaorejas y Peñalén, en la propia de Guadalajara, pero también en los municipios conquenses de Priego, Cañamares, Cañizares, Beteta y Santa María del Val.

Sin embargo son los primeros, reunidos en la Asociación de Municipios Gancheros del Alto Tajo, los que encargan de la organización de esta fiesta, turnándose cada año para albergar su celebración.

Una vistosa fiesta en la que alrededor de veinticinco gancheros, con su pertrecho tradicional compuesto por el bichero (un asta larga en uno de cuyos extremos tiene un hierro en forma de gancho) y vestimenta de época, vuelven a las aguas del Tajo agrupando y conduciendo las maderadas, hasta proceder a la saca de los troncos con las mulas.

Homenaje a un duro oficio, el de "los hombres más enteros, más íntegros, más humanamente hombres que he conocido", como describió a los gancheros José Luis Sampedro en la novela que recuperó literariamente esta labor, El río que nos lleva (1961), que desde hace más de dos décadas rinden los pueblos ribereños del Alto Tajo, recordando así su esfuerzo y trabajo.

Lo hacen con una fiel recreación de aquellas maderadas, recorriendo eso sí menos distancia -alrededor de un kilómetro y medio de distancia-, acompañando todo ello con toda una serie de actividades de carácter popular.

Propuestas que darán comienzo el viernes 26, con una ronda de presentación de la fiesta, siendo el sábado 27 de agosto el día grande, con la reunión, a las 9 de la mañana, de gancheros, visitantes y dulzaineros para tomar rosquillas y aguardiente, acompañados del pasacalles.

A las once tendrá lugar la preparación de los troncos para, una hora después, hacerlos bajar por el río hasta el Vivero, donde tendrá lugar la saca.

Por la tarde, tras la comida popular, habrá diversas actividades. Una de las novedades de este año incluye un espectáculo de cetrería, así como una demostración de corte de troncos por la Cabaña Real de Carreteros.

Una jornada que concluirá con la actuación del grupo de música tradicional Las Colmenas, despidiendo así la Fiesta Ganchera hasta su próxima edición, que tendrá como escenario Zaorejas.

Tradiciones, paisajes y propuestas para descubrir un entorno único y homenajear a quienes hicieron del oficio de ganchero, un modo de vida.

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