GUADALAJARA.- El año hidrológico terminaba este 30 de septiembre confirmando que ha sido uno de los más secos de los últimos 60 años en España. Un año que ha sido "duro" en la cabecera del Tajo, pero en el que también se han tomado decisiones que han hecho cambiar la tendencia "a mejor".
Así lo destacan desde la Asociación de Municipios Ribereños de los Embalses de Entrepeñas y Buendía, desde la que recuerdan cómo la modificación de las reglas del trasvase ha traído consigo el ahorro de 55 hectómetros cúbicos mientras que se mantuvo el sistema en Nivel 2, en el mes de mayo. Desde entonces, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha ido reduciendo progesivamente la cantidad enviada para regadío, hasta dejarla a cero en el mes de septiembre, lo cual ha supuesto 34,5 hectómetros cúbicos menos respecto al máximo que se hubiera podido enviar.
Pese a ello, subrayan también el "terrible" verano que se ha vivido en los municipios ribereños, donde si las lluvias no lo solucionan, el inicio de nuevo año hidrológico será "nefasto", con alrededor de 475 hectómetros cúbicos almacenados entre Entrepeñas y Buendía, muy cerca del Nivel 4 en el que "se cierra" el trasvase.
Desde la asociación, su presidenta y vicepresidente, Mª de los Ángeles Sierra y Borja Castro, respectivamente, coinciden al señalar que esta situación podría haber sido "mucho peor". Y es que, insisten, sin los hectómetros cúbicos que se han dejado de trasvasar "ya estaríamos en Nivel 4", aunque lamentan que, con todo, las medidas resulten insuficientes.
"Desaprovechamos un importante ciclo húmedo, en el que nuestros embalses pudieron recuperarse y apenas hemos sido capaces de sobrevivir a este periodo de sequía", señalan. "Un año hidrológico muy duro, en el que la mitad de las aportaciones del Tajo se han ido directamente hacia la cuenca del Segura", apostillan.
No obstante, desde la Asociación de Municipios Ribereños se muestran satisfechos también, aunque desde la prudencia, con la evolución de la "batalla legal" presentada por parte de los sectores trasvasistas hacia la modificación de las reglas, que de momento les ha dejado "una victoria judicial y buenas sensaciones". "El triunfo del sentido común y del patrimonio nacional frente a intereses privados y privativos del agua", apostillan.
Para los Ribereños es una "buena señal" la campaña mediática sufragada por los lobbies agroindustriales contra el Gobierno porque -en su opinión- "quiere decir que se está actuando en defensa de los intereses de la nación y de nuestro medio ambiente". Se refieren así al nuevo Plan Hidrológico de la Cuenca del Tajo 2022-2027, que propone recordar un 40 por ciento de media el agua que se trasvasa principalmente al Campo de Cartagena.
