Celebramos el 15 de octubre como Día Internacional de las Mujeres Rurales porque la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas tenía como uno de sus objetivos reconocer la labor de la mujer rural en el desarrollo agrario y social.
A nivel mundial, el acceso de las mujeres rurales a servicios públicos, recursos, asistencia sanitaria, infraestructuras o educación, sigue siendo muy inferior en comparación con quienes viven en medios urbanos. Además, las convenciones sociales de ciertas culturas siguen perpetuando su limitación en la participación política y relegándolas casi exclusivamente a labores no remuneradas que tienen que compaginar con el cuidado del hogar, los hijos o la familia. Por ofrecer solo unos datos, se sabe que las mujeres representan algo más del 40 por ciento de la fuerza laboral agrícola en los países en desarrollo, pudiendo llegar a más del 50 por ciento en determinadas partes de África y Asia.
Nuestra tierra, eminentemente rural, donde hombres y mujeres han de convivir en igualdad, ha tenido el respaldo de un gobierno socialista, que para responder a esta situación, ya hace algunos años, promulgó la Ley 12/2010, de 18 de noviembre, de Igualdad entre Mujeres y Hombres, la cual recoge como prioridad garantizar los derechos de las mujeres rurales en su lucha por combatir el grave problema del despoblamiento. Desde entonces, y en base a esta ley, se pretende establecer mecanismos que corrijan la discriminación múltiple a la que se ven sometidas, alentando su participación en la toma de decisiones en los ámbitos económico, social y cultural de este medio.
Más recientemente con la aprobación del Estatuto de las Mujeres Rurales, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha responde a este compromiso con los principios de igualdad de trato y de oportunidades, prestando especial atención a las mujeres con discapacidad. Más aún, en la última legislatura del gobierno socialista de la región se han financiado 545 proyectos de asociaciones de mujeres destinando 848.000 euros a los mismos, que han puesto en marcha trabajos relacionados con la mejora de la salud de las mujeres, el uso de nuevas tecnologías, el empoderamiento femenino o el fomento de la actividad emprendedora.
Para la Agrupación socialista de Ciudad Real celebrar este día no es sólo otorgar reconocimiento a la labor de la mujer, motor invisible de la familia y la economía durante décadas en nuestra región, sino también poner en relieve nuestro arraigo a la tierra manchega, despojando de su sentido peyorativo al adjetivo 'rural', del que tantas veces se ha hecho uso, y reivindicándolo como insignia del lugar del que venimos, de nuestra esencia.