TOLEDO.- Castilla-La Mancha registró en 2021 un incremento del número de personas en riesgo de pobreza o exclusión social, 36.000 más que el año anterior, lo que supone un incremento del 1,8 por ciento en la tasa AROPE, rompiendo así con la tendencia a la baja que venía registrado desde el año 2016.
De este modo, este indicador, que recoge la proporción de población que se encuentra o bien en situación de riesgo de pobreza, o bien en situación de privación material severa, o bien que vive en hogares con intensidad de trabajo muy baja, se sitúa en Castilla-La Mancha en el 32,5 por ciento, con 665.000 personas en riesgo de pobreza y/o exclusión social.
Datos que se extraen del XII Informe 'El Estado de Pobreza: Seguimiento de los Indicadores de la Agenda 2030 UE (2015-2021)', que este lunes ha presentado EAPN-CLM, coincidiendo con la conmemoración del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, en el que se ofrece una radiografía actualizada del impacto de la pobreza y la exclusión social en España y en Castilla-La Mancha.
Informe que muestra cómo Castilla-La Mancha registra una tasa AROPE superior a la media nacional, que es del 27,8 por ciento, y se sitúa en una posición intermedia en el conjunto de comunidades autónomas, siendo la segunda por encima de la media nacional, pero inferior a la tasa registrada en regiones como Murcia, Canarias, Extremadura y Andalucía.
Por otra parte, el informe constata también que en el último año la brecha de género se ha ensanchado en su valor máximo a causa del importante incremento -2,5 puntos porcentuales- en la tasa femenina. Un incremento que también se ha producido entre los varones, aunque solo en 9 décimas, un tercio que entre las mujeres.
En términos absolutos, detalla el informe, en Castilla-La Mancha hay 313.000 varones y 352.000 mujeres en situación de pobreza y/o riesgo de exclusión social.
En cuanto a la edad de estas personas, los mayores de 65 años registraron hasta 2018 tasas AROPE notablemente más bajas que el resto de los grupos, sin embargo en los últimos tres años han experimentado un significativo incremento, que la ha llevado hasta el 35 por ciento, situando en los dos últimos años a este colectivo como el que registra la tasa más alta en la región.
Asimismo destacan como otra cuestión estructural de gran importancia en la generación de pobreza la intensidad del gasto que deben afrontar las familias para cumplir con sus necesidades de vivienda. Y es que, recoge el informe, el 7,8 por ciento de la población tiene gastos de vivienda superiores al 40 por ciento de su renta disponible; sin embargo entre las personas pobres la cifra se triplica y alcanza al 25,1 por ciento.
Por otra parte, el informe señala también que el 19,2 por ciento de las pobres gasta en vivienda más de la mitad de su renta, lo que supone un aumento de 9,1 puntos con respecto al año anterior.
Respecto a las situaciones de pobreza severa, este XII Informe muestra cómo en el año 2021 el porcentaje de personas que viven en hogares con un ingreso máximo de 530 euros mensuales por unidad de consumo, se situó en Castilla-La Mancha en el 11,9 por ciento, encontrándose en esta situación un total de 244.000 personas.
Un dato que refleja un notable incremento respecto a la situación del año anterior, ya que la tasa de pobreza severa sube 2,5 puntos porcentuales. Asimismo en Castilla-La Mancha la diferencia con la media nacional también aumento, pasando de registrar cifras similares a superar la media nacional de pobreza severa en 1,8 puntos.
Asimismo el informe destaca, en lo referente a la privación material y social severa, el alto porcentaje de personas que no pueden mantener una conexión a internet, fija o móvil, que alcanza el 12,2 por ciento y multiplica por 4,5 el valor registrado en el conjunto nacional.
Junto a ello, y respecto a las condiciones de habitabilidad del hogar, subraya que el número de personas que no puede mantener la vivienda a una temperatura adecuada ha aumentado de un 9,7 por ciento a un 13,6 por ciento en el último año.
Por último, el informe apunta que el 44,5 por ciento de la población experimenta dificultades para llegar a fin de mes, lo que supone un incremento de 5,2 puntos porcentuales con respecto a 2020, interrumpiendo así un largo periodo de descenso desde el año 2016.
