Rubén Rizo ha jurado el cargo de concejal durante el pleno celebrado este jueves.

TOLEDO.- A siete meses de las elecciones, Ciudadanos pierde el último concejal que le quedaba en el Ayuntamiento de Talavera de la Reina y viendo cómo las tres actas logradas en las urnas en mayo de 2019 han pasado al grupo de no adscritos.

Un final que se veía venir, después de una legislatura marcada por las dimisiones, renuncias y marchas de cargos electos y responsables internos de la formación naranja tanto a nivel local como comarcal, dejando agónico a un partido que, ahora también, se queda sin el último acta de concejal que seguía manteniendo.

Situación que se ha materializado este jueves, cuando el número 8 de la candidatura de Ciudadanos a la Alcaldía de la Ciudad de la Cerámica en las últimas municipales, Rubén Rizo Rodríguez, ha tomado posesión de su acta como edil del grupo Cs para tan solo minutos después renunciar a tal condición y pasar el grupo de no adscritos, dejando así a la formación naranja sin representación en el salón de plenos.

Cabe recordar que la primera en pasarse a este grupo de no adscritos fue Susana Hernández del Mazo, quien fuera cabeza de lista de Cs, después de haber sido relevada de la portavocía del grupo municipal como "represalia" a sus críticas internas de falta de implicación y otras "disfunciones" que venían impidiendo el correcto ejercicio de la actividad política municipal, tal y como denunció en su día. Así, quien optara a la Alcaldía talaverana por la formación naranja, en agosto de 2020 decidía marcharse de Cs, pero conservar el acta, adquiriendo así la condición de no adscrita.

Asumía la portavocía entonces Sergio Delgado, quien aproximadamente un año y medio después de haber sustituido a Hernández del Mazo, hacía lo propio, y anunciaba su marcha del grupo municipal, debido a discrepancias con su compañero, Miguel Ángel Ruiz Barrientos. En este caso, sin embargo, sí se producía la renuncia al acta.

Baja que fue llamada a cubrir la número 4 en la lista de Ciudadanos del 26M, Mónica Prieto, quien tomó posesión como concejala de Ciudadanos, pero en apenas dos meses dimitió, dejando el sillón vacante hasta este jueves, cuando ha jurado el cargo Rubén Rizo.

Antes de ello, ante la pretensión de la dirección regional del partido de convertir a Prieto en portavoz del grupo y una polémica contratación en el seno del mismo, era Ruiz Barrientos quien anunciaba su salida de la formación naranja, pero tampoco en su caso renunciaba al acta de concejal y pasaba a integrarse al grupo de no adscritos.

De este modo, Ciudadanos había perdido así dos de sus actas de concejal y la condición de grupo, al haber quedado reducida su representación a un único edil. Un acta vacante desde la dimisión de Prieto que así se ha mantenido hasta la toma de posesión de Rizo, después de que quienes ocuparan los números 5, 6 y 7 en la lista que presentó el partido rechazaran el nombramiento.

Así es cómo el número 8 de la candidatura llegaba hoy a jurar el cargo para, a continuación, renunciar y pasar a concejal no adscrito -tal y como había solicitado por escrito el 21 de octubre- sumándose así a sus excompañeros de lista electoral. Tres actas que fueron obtenidas en las urnas bajo el paraguas de Cs y que hoy suman un capítulo más de la crisis interna que vive la formación.