TOLEDO.- "Es lo que parece" y no caben explicaciones. Así de rotundo se ha mostrado el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, respecto al acuerdo alcanzado por el Gobierno con los independentistas catalanes respecto a la reforma del Código Penal, ante lo que ha manifestado su absoluto rechazo.
Y es que para García-Page, lo pactado "básicamente es lo que parece", algo que entiende "el 95 por ciento de los españoles", como también "lo entienden Junqueras, Aragonés y Puigdemont", sobre el cual -ha precisado- "no quisiera que volviera a España con las manos en los bolsillos y una sonrisa".
Así se ha pronunciado en la localidad toledana de Ocaña, donde este martes a presidido una nueva reunión del Consejo de Gobierno itinerante, tras la cual ha sido preguntado respecto a la reforma del Código Penal. Algo que, a su juicio, "no se puede ver "en dos charlas" y sin informe jurídico.
Por ello considera que el momento actual es "muy difícil y muy grave" para la política española, "de esos que quedan grabados en la retina colectiva", ha apostillado.
El presidente castellanomanchego ha recalcado que ha dado su opinión en el partido desde que milita en él, "con Felipe González, con Almunia, con Zapatero, con Rubalcaba, y la doy hoy". "Ni considero que sea de izquierdas apoyar los privilegios territoriales, que ya es desigualdad pura y dura, de la más grave, ni considero que sea tolerable pactar con los delincuentes su propia condena", ha señalado.
Tras recordar que "esta época empezó un 1 de octubre", García-Page ha asegurado que lo que le duele hoy más es que "aquellos que más celebran aquel 1 de octubre son los culpables del segundo 1 de octubre".
El dirigente socialista ha insistido en su rechazo a este acuerdo, tanto en la forma como en el fondo. Un rechazo a la forma que tiene que ver con el hecho de que "un código penal no se puede hacer a la medida de nadie" y, dejando al margen cualquier valoración moral, considera que tampoco puede hacerse "con los votos de los que amparan a los culpables". "No puede salir nada bueno de una medida tan injusta para el resto de los españoles", ha sentenciado.
Un contexto en el que ha recordado que los independentistas "ni han reconocido que lo hicieron mal ni han renunciado a volver a hacerlo", sino que por el contrario "están dejando ya claro cuál es su hoja de ruta", razones por las cuales es evidente a todos los efectos que "esta reforma es lo que todo el mundo piensa".
De ahí que diga al Gobierno que "no se esfuerce en explicar lo que es inexplicable, porque no tiene defensa posible".
Preguntado sobre si desde el Ejecutivo central se le ha tratado de explicar esta postura, como ha dicho el ministro Bolaños que se está haciendo con los barones socialistas, García-Page ha señalado que no le hace falta que se lo expliquen, "incluso me encantaría que me pidieran opinión".
En este sentido, se ha preguntado si hoy no es corrupción la malversación, cuando hace tan solo unos meses se produjeron los indultos y "no se les indultó de la malversación porque tenía que ver con la corrupción".
Para García-Page "coger dinero público y desviarlo para un uso manifiestamente ilegal, es pura corrupción y de la más grave". "Que no lo den la vuelta, que no voy a comulgar con esa rueda de molino", ha asegurado, antes de recordar que "no todo el lucro tiene que ser econmómico", puesto que en este caso se trata de un lucro "indonstitucional y anticonstitucional, de los que están contra la Constitución".
No obstante, y pese a las críticas a la decisión del Gobierno de su propio partido, García-Page ha reconocido que "en el fondo, buena parte de la culpa de que estemos como estamos es del PP", por no aplicar el artículo 155 en la primera declaración de independencia y permanecer con los brazos cruzados. Una posición que "nos ha llevado a estar en este mar de contradicción y de dificultades para el país".
Y como "de aquellos polvos de no hacer nada del PP vinieron los lodos del referéndum, hoy pienso que de estos polvos vendrán lodos más profundos".
INICIATIVA LEGISLATIVA
En este contexto, García-Page ha avanzado que en las próximas semanas presentará una iniciativa legislativa "vacunada contra los cambios de opinión y criterio", que impida cualquier tipo de consulta sobre cuestiones que afecten al conjunto de los españoles y sobre las que se pronuncien unos solo. Aquí, ha precisado, "hablamos todos y todas".
Asimismo ha apuntado que, como presidente autonómico, estará en su obligación de denunciar ante el Tribunal Constitucional "cualquier intento de consulta oficial que vaya a significar que unos pocos hablen en nombre de todos".
"Como abogado y ciudadano no me parece que una reforma del Código Penal se plantee sin informe jurídico, ni que se creen delitos con traje a medida", ha subrayado, "no es de iquierdas, ni progresista ni útil, me parece lo contrario".
