ALBACETE.- El jefe del Ejecutivo castellanomanchego, Emiliano García-Page, considera que no se puede "presumir" de una mejor convivencia en Cataluña "a costa de que la convivencia se destroce en toda España".
De este modo ha respondido a las manifestaciones realizadas por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien desde Bruselas contestaba a su vez a las críticas realizadas por Page en lo referente a la reforma del delito de malversación, señalando que "lo que más conviente para Cataluña y para España es la convivencia", después de que la última década haya sido "una pérdida de tiempo" en todo lo relativo al modelo territorial.
García-Page, que este viernes inauguraba la reapertura del Centro Rural Agrupado (CRA) 'Los Almendros' en la sección de Pozo Lorente, en Albacete, advertía que si bien "se puede tener la altura que se quiera" -en alusión a las declaraciones de hace unos días del primer secretario del PSC, Salvador Illa, en las que le pedía "altura de miras"- "lo que no se puede perder son los pies del suelo", ya que quien pierde la vista de la realidad "se equivoca del todo".
Para el presidente de Castilla-La Mancha intentar "dividir, confrontar, generar odio social o rencor, es un problema", algo que no pueden hacer "los que tienen responsabilidad". De ahí que considere que lo vivido este jueves en el Congreso de los Diputados, donde se debatía y votaba la reforma del Código Penal, "no tiene nada que ver con lo que hacemos aquí" donde "estamos en lo que hay que estar".
En este sentido, García-Page ha subrayado que él trabaja "para que sea verdad que todo lo bien que le vaya a España sea bueno también para Cataluña y para Castilla-La Mancha; si a España le va bien, que vaya bien para todos". Sin embargo, "no es tan real y tan cierto que si le va bien a una parte, le vaya bien a todos".
Considera García-Page que "queda muy bonito decirlo", pero "no es tan verdad". En su opinión nadie debe llamarse a engaño, puesto que lo que buscan los independentistas "no es que compartamos las cosas ni que seamos todos iguales", sino "tener privilegios".
De este modo, y aunque asegura entender y defender "la libertad de los independentistas para buscar lo que quieren", pero "con la ley por delante" -ha precisado- "ni a golpes ni abusos".
Y es que si el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, considera que a nadie debería extrañar que siendo independentista vaya a seguir reclamando la independencia para Cataluña, García-Page advierte que él se va "a esforzar en convencer de que eso no es bueno" y, en su responsabilidad como presidente, en que "no se salgan con la suya", al ser una cuestión que tiene que ver "con los derechos de todos".
Por ello y si en algún momento se plantease la pregunta sobre la posibilidad de que una parte de España se independice del conjunto, "esa decisión la tenemos que tomar todos, porque si la toma solo la parte que quiere irse, ya en sí mismo estaría ejerciendo la independencia".
Así, el jefe del Ejecutivo castellanomanchego ha recordado que "la soberanía es nacional, de todos los españoles", de modo que si el día de mañana "hubiera que preguntar algo sobre cómo nos organizamos, ahí cuenta lo mismo el voto de un ciudadano de Albacete que de un ciudadano de Sabadell".
De este modo, las Cortes de Castilla-La Mancha aprobarán el próximo miércoles -después de que ayer tuviera que suspenderse el pleno en el que estaba previsto hacerlo, debido a la indisposición de una diputada del Partido Popular- una norma por la que de producirse en España, "ya sea por la fuerza o por pacto, las dos son igual de inconstitucionales", la posibilidad de un llamamiento a votar a solo una parte del país y se impidiera el derecho a votar a los demás, la comunidad autónoma estará obligada a presentar recurso ante el Tribunal Constitucional en un plazo de 24 horas. "Eso es defender los intereses que tenemos", ha sentenciado.
Así, ha recalcado que por lo que él trabaja es para que pase lo que pase dentro de 50 años en España, "sea una cosa que decidamos todos", algo que es "muy sencillo, además de lo más democrático, lo más progresista y lo más avanzado".
Para finalizar, García-Page ha confiado que en "volvamos a poder sentarnos a hablar", que no se dialogue solo con algunos territorios, sino "entre todos". Y es que, "cuanto más entendimiento haya entre todos, mucho mejor" -ha precisado-, algo que no quiere decir que las ideas y las prioridades sean las mismas para todos, sino que "lo que consigamos será muchísimo más sólido y más duradero".
