Opinión

De cargos y sillones

Artículo de opinión de Verónica Soto, concejala no adscrita del Ayuntamiento de Seseña (Toledo).
Verónica Soto, concejala no adscrita del Ayuntamiento de Seseña.
photo_camera Verónica Soto, concejala no adscrita del Ayuntamiento de Seseña.

Parece mentira. Los que venían a regenerar la política, a cambiar las cosas son los que las hacen igual o incluso peor que los que estaban antes. No es de extrañar por tanto que la ciudadanía esté cansada, defraudada y enfadada con algunos políticos.

Y esto de 'donde dije digo, digo Diego' no ocurre sólo en el Congreso de los Diputados; los engaños y mentiras se apoderan también de los parlamentos regionales y las corporaciones locales. Gente que ha venido a la política a servirse y no a servir.

Castilla la Mancha no es una excepción. Cuatro diputados consiguió Ciudadanos en las regionales de 2019; en cuatro años han cambiado de presidente, de portavoz y de secretario en un constante baile de sillas y 'quítate tú para ponerme yo' sería el eslogan más certero para Picazos, Comendadores, Zapatas y compañía.

Ahora que se acaba la legislatura y con un partido en vías de desaparición se rumorea que los de la nueva política buscan otra silla que calentar, sin importarles si es roja o azul. ¿Sería eso a lo que se referían con su campaña "ser y estar"?

Los verdes aún no han pisado las Cortes en Castilla la Mancha, tendremos que ver qué pasa en 2023 para comprobar de verdad si vienen a defender los intereses de la región o sólo los suyos.

En las corporaciones locales no ha sido menos… Los de Arrimadas llegaron como adalid de la nueva política y después de fingir una huida a los no adscritos, se aferraron a su sillón naranja prometiendo trabajar por el municipio. Nada más lejos de la realidad.

Los de Abascal también han tenido un perfil muy bajo durante toda la legislatura. Se las prometían muy batalladores y se han ido desinflando a la primera de cambio.

Lo peor de todo es que esta gente cuesta un dineral a diputaciones, parlamentos regionales y ayuntamientos. Sin ir más lejos, 29.400 euros (casi 5 millones de las antiguas pesetas) es la cantidad que han costado Cs y Vox en Seseña en el último año, contando comisiones, plenos y el importe que cobran los grupos políticos mensualmente. Todo eso por no hacer nada, ya que ninguno de los dos grupos ha presentado ni una sola proposición en el último año. Muchos miles de euros para hacer lo contrario de lo que dijeron.

Y lo vemos también a nivel nacional sobre todo con los de Arrimadas, que ya dan por finiquitada la formación y están buscando asiento para las próximas elecciones.

Al final eso produce una desafección y una desconfianza en el electorado, en la ciudadanía que ya no quiere oír hablar ni de la vieja política de rojos y azules, ni de la nueva que han dado gato por liebre.

Se abre un nuevo escenario político en este 2023 donde muy posiblemente los naranjas desaparezcan del panorama, los de Abascal quizá ostenten puestos en parlamentos y diputaciones, pero a nivel local, los actores municipales van cobrando fuerza y son muchas las formaciones que van a dar la batalla en las próximas elecciones municipales.

Gente comprometida con sus municipios, vecinos, gente preparada de la sociedad civil, hartos de políticos de pacotilla que han decidido dar un paso al frente para cambiar las cosas y es que esto de la política no va de cargos sino de encargos y se necesita gente que venga a servir y no a servirse.

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