García-Page defiende los caudales ecológicos para el Tajo y se abre a un acuerdo sin renuncia al cumplimiento de la ley

El jefe del Ejecutivo castellanomanchego recuerda que si hoy se está hablando del agua y el trasvase es porque hay sentencias del Supremo que se tienen que aplicar, "no por capricho político".
El presidente regional recuerda la "flexibilidad" que ha tenido Castilla-La Mancha al exigir el cumplimiento de las sentencias del Supremo. - JCCM
photo_camera El presidente regional recuerda la "flexibilidad" que ha tenido Castilla-La Mancha al exigir el cumplimiento de las sentencias del Supremo. - JCCM

TOLEDO.- Con la ley por delante, "sin beneficios ni indultos", recibiendo insultos y sin contar con el apoyo de la oposición, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, sigue firme en su defensa de los intereses castellanomanchegos y reclamando para ello el cumplimiento de lo acordado en el plan hidrológico del Tajo: el establecimiento progresivo de caudales ecológicos para el río.

Una defensa en la que hoy ha vuelto a insistir, mientras que miles de personas se manifestaban en Madrid para protestar contra los recortes del trasvase Tajo-Segura. "Puedo tener muchos defectos, pero voy de frente", ha argumentado García-Page, para quien pese a los insultos que ha estado recibiendo por parte de algunos dirigentes del Levante español o la falta de respaldo por parte de la oposición en Castilla-La Mancha, "los intereses de esta tierra" están primero "y con la ley por delante".

Así lo ha señalado el jefe del Ejecutivo castellanomanchego durante su intervención en el acto de presentación del programa de formación de Daher-Airbus, que ha tenido lugar en la sede de la Confederación de Empresarios de Albacete (FEDA). Un foro en el que García-Page ha recordado que "si hoy se está hablando del agua y del trasvase es, simple y llanamente, porque hay sentencias del Supremo que se tienen que aplicar, no por capricho político". Sentencias que constituyen uno de los argumentos esgrimidos por el Gobierno regional en las alegaciones presentadas este martes ante el Consejo de Estado en relación a una posible modificación de lo acordado en el planeamiento hidrológico.

Sentencias que se han ganado y que debería hacer que alguien se preguntara "cómo después de 44 años de trasvase hay que acudir al Tribunal Supremo para que se aplique la ley y las directivas europeas".

Una defensa de los intereses de la región que está "por delante de cualquier cosa", ha insistido García-Page, también de los intereses de su propio partido.

García-Page asegura estar abierto a la búsqueda de acuerdos también en materia de agua, pero ha recordado que en la fijación de los caudales ecológicos no responde a un capricho, y el Gobierno lo que hace es aplicar la ley y actuar en coherencia con lo acordado.

En este sentido ha recordado que en Castilla-La Mancha se ha sido "bastante flexibles" a la hora de exigir el cumplimiento de las sentencias del Supremo y no se ha ido a máximos, sino "moderados" en la aplicación de ritmos y tiempos, lo que demuestra la voluntad de llegar a un consenso "sobre una lógica", frente a quienes en los 44 años de vigencia del trasvase "llevan sin moverse un milímetro cúbico, ni cuadrado, de su sitio", algo que "no puede ser sostenible".

Y es que un trasvase de la España seca a las más seca, "aguanta lo que aguanta" -ha destacado- algo que es "una realidad evidente y de sentido común".

Por último, García-Page ha insistido en la solidaridad castellanomanchega y ha subrayado que nunca va a faltar agua para consumo humano o para el desarrollo de empresas, "ni aquí ni en Valencia, Alicante o Murcia". Y es que, ha recalcado, de lo que se está hablando es de "cómo optimizamos el poco agua que tenemos y menos que vamos a tener".

"NO QUIERE GUERRA DEL AGUA"

Una disposición a la búsqueda de acuerdo por parte del presidente regional a la que también se ha referido la consejera de Igualdad y portavoz del Ejecutivo autonómico, Blanca Fernández, quien ha subrayado que Page está abierto a un acuerdo nacional del agua que garantice la sostenibilidad y el reparto de recursos hídricos, pero sin renunciar a los caudales ecológicos progresivos del Tajo.

Tras mostrar su absoluto respeto a las protestas ante el Ministerio, las cuales se enmarcan en un ejercicio democrático, Fernández ha querido dejar claro que Page "no quiere guerra del agua", sino que está abierto a un acuerdo nacional "sin partidismo, sectarismo ni egoísmo", en el que el sentido común y la sostenibilidad sean las premisas fundamentales.

En este sentido, Fernández ha defendido que la única ideología de Page en este tema del agua es el reparto de recursos, los derechos de la cuenca cedente y la sostenibilidad teniendo en cuenta los caudales ecológicos del Tajo, sin renunciar a ningún avance.

Caudales ecológicos con los que se subsanará la anomalía que supone que el Tajo sea el único río de todo el país que no contaba con esta garantía, a pesar de estar afectado desde hace más de cuatro décadas por "un trasvase franquista" que se construyó y puso en marcha "con una mentalidad centralista".

Por su parte el vicepresidente regional, José Luis Martínez Guijarro, ha insistido desde Mota del Cuervo (Cuenca), en la necesidad de cumplir con la sentencia del Supremo que establece un caudal ecológico para el Tajo y cuya implantación paulatina contempla el plan hidrológico aprobado en diciembre por el Consejo Nacional del Agua.

En esta línea ha recordado que el Gobierno de García-Page ha llegado a un acuerdo con el Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico para dar cumplimiento a las sentencias del Supremo que vienen a decir que hay que fijar un caudal ecológico para el Tajo, como existe para otros ríos en España.

Para llegar a ello se establecía una cifra y una cadencia, marcadas por el acuerdo surgido del Consejo Nacional del Agua, que desde Castilla-La Mancha confían el Gobierno "respete". Un acuerdo en el que se establece la progresividad de implantación de ese caudal ecológico que, en el año 2027, debía ser de 8,65 metros cúbicos por segundo en Aranjuez; 17,25 metros cúbicos por segundo en Toledo y 18 metros cúbicos por segundo en Talavera de la Reina. "Esto es lo que estamos defendiendo ante el Consejo de Estado", ha sentenciado.

Comentarios