TOLEDO.- El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha manifestado hoy su satisfacción con el dictamen del Consejo de Estado en relación al plan hidrológico del Tajo, concretamente en lo relativo al establecimiento de caudales mínimos para el río, y ha recordado que "hoy el problema no es político", sino "estrictamente legal". Caudales mínimos que supondrán un recorte en los volúmenes de agua a trasvasar hacia el Segura.
Así se ha pronunciado en la localidad toledana de Cebolla, donde ha participado en la inauguración de las instalaciones de una empresa, recordando que ha sido necesario acudir en numerosas ocasiones a los tribunales y "terminar en el Supremo" para que se haya llegado a este momento. "Son años de constancia, de cabezonería, de argumentos", ha recalcado el jefe del Ejecutivo autonómico, para quien el problema del agua podría estar ya resuelto si en "en los cuatro años que en esta región el Gobierno no recurrió las decisiones de trasvase, también se hubiera defendido a esta tierra".
Frente a ello, sin embargo, desde el Gobierno que preside se ha venido recurriendo "cada trasvase que considerábamos injusto", y cuando se ha ganado ha sido necesario acudir hasta el Supremo, "porque no han querido ni cumplir las sentencias". "Ahora ya no tiene más remedio, las del Supremo hay que cumplirlas", ha sentenciado.
Por ello considera que después de que se hayan dictado estas sentencias por parte del Alto Tribunal, "este no es un tema político, es un tema legal". Y aunque puede "entender" las manifestaciones o las discusiones, cree que pedir el incumplimiento de las sentencias "no tiene sentido".
En esta línea, parafraseando a Montesquieu, ha señalado que una ley no es justa por ser ley, sino que se debe intentar que "lo que consideremos justo sea ley". "Eso es lo que nos ha pasado desde hace 44 años con un trasvase absolutamente injusto", al no entenderse que el Tajo sea el único río de Europa que no tiene un caudal mínimo ecológico, "que pudiera quedarse en una tubería de aguas fecales".
De este modo considera que se trata de "algo de sentido común" y que además "importa a España". Por ello ha subrayado que esta cuestión "no nos tiene que enfrentar" a una parte de la España seca, con otra parte de España que también es seca
Así, se ha mostrado satisfecho por la decisión del Consejo de Estado, por la que es consciente de que seguirá recibiendo insultos desde el Levante, algo a lo que "estoy acostumbrado" -ha dicho-, aunque lo que le importa es "ser coherente" y así, tal y como juró al tomar posesión, "defender esta tierra" por encima de todo.
Y es que ahora el problema del agua ya no es "si tiene la razón Page o el presidente de otra comunidad", sino que se trata de una cuestión legal, ha insistido.
En esta línea García-Page ha tildado de "mentira" el planteamiento defendido desde el Levante de que se trate de una decisión "caprichosa" y consecuencia de una voluntad política, aunque ha agradece que el Gobierno de España "hoy tenga una sensibilidad a favor del medio ambiente que no han tenido otros", algo que -ha precisado- "ayuda".
