GUADALAJARA.- De seis semanas a dos meses es el periodo estimado de 'descanso' que precisa el bosque de Valdenazar, en la localidad alcarreña de Yebes, para recuperar el equilibrio que pone en riesgo la actividad humana en este espacio. Zona de paseo, frecuentada por amantes de la fotografía y también como escenario para la observación astronómica, este recurso forestal vuelve a cerrar sus puertas de forma temporal para facilitar su regeneración, así como la cría y reproducción de la fauna y la flora que lo pueblan.

Una medida adoptada por el Ayuntamiento de Yebes por tercera temporada consecutiva, que no establece plazos determinados para su reapertura al público, puesto que será el propio calendario biológico el que determine cuándo vuelva a recibir visitantes el bosque de Valdenazar.

Un descanso ecológico con el que se pretende que la naturaleza "recobre el aliento", tras el incesante impacto humano que experimenta a lo largo del resto del año, puesto que de otro modo "el daño será irreparable". Un cierre con el que se facilitará la cría y reproducción las especies que habitan en este ecosistema de bosque mediterráneo.

Una medida pionera en la provincia de Guadalajara, puesta en marcha por primera vez en 2021, tras comprobar cómo durante el descanso obligado al que fue sometido durante el confinamiento por la pandemia de covid el año anterior, este espacio experimentó una importante recuperación. Así, y atendiendo a lo previsto en la ordenanza municipal que regula el bosque de Valdenazar, así como en el plan de gestión que regula los usos de este paraje, se adoptaba este cierre temporal que desde este 31 de marzo encara su tercera temporada.

Así lo explica el concejal de Medio Ambiente de Yebes, Vidal Gaitán, quien recuerda que el artículo 17 de la ordenanza, aprobada en septiembre de 2020, establece la posibilidad de "prohibir o limitar el acceso y uso" al bosque cuando, por circunstancias sobrevenidas o periodos determinados, "resulte necesario para preservar las condiciones básicas de conservación y protección del medio ambiente, su flora y fauna". Una medida que se establecerá desde Alcaldía, a propuesta del área municipal competente.

Un principio que se encuentra en sintonía con uno de los planteamientos recogido en el plan de gestión del bosque, redactado en julio de 2018 con una vigencia de diez años, en el que se prevé para este paraje una contingencia como la parada biológica.

Se trata, explica Gaitán, de que "el monte recupere el latido vigoroso que tenía antaño", necesita "respirar con tranquilidad" para que corzos, jabalíes, búhos, ginetas, lagartos, zorros, milanos y tejones puedan estar "a sus anchas" en sus zonas de campeo.

Y es que en el bosque de Valdenazar se dan cita más de doscientas especies animales y vegetales, cuya supervivencia se ha visto amenazada por la continua presencia de visitantes. De ahí que con esta parada natural se pretenda que mamíferos, reptiles, aves y anfibios puedan atender la época de celo "sin alteraciones de ningún tipo", al tiempo que el monte y la vegetación existente se regeneran.

Desde el Ayuntamiento de Yebes se defiende esta decisión "estricta y contundente" al estar convencidos de que se trata de la única forma de que el bosque de Valdenazar conserve sus valores paisajísticos, ambientales, faunísticos, ecológicos y endémicos.

Aunque son conscientes de la disparidad de opiniones que esta medida suscita entre los vecinos, el concejal de Medio Ambiente reivindica la misma, al subrayar la importancia de que "las generaciones futuras siguen disfrutando de este parque forestal", para lo cual es necesario "dar un paso atrás, para avanzar después en esa dirección".

Hay quienes consideran que la medida no está justificada y que el problema podría estar en el modelo de gestión, pero también hay quien ven acertado ofrecer este 'respiro' al bosque.

En este sentido, desde el Consistorio yebero recuerdan que además de ser un espacio de ocio y esparcimiento, el bosque de Valdenazar tiene un importante papel divulgativo, al ser utilizado por numerosos centros educativos como un aula de naturaleza al aire libre, sirviéndose para ello de los paneles informativos que jalonan la ruta perimetral que rodea este espacio.

Una ruta inaugurada en enero de 2015, coincidiendo con el Día Internacional de la Educación Ambiental -recuerdan- tras meses de arduo trabajo para recuperar un paraje que había quedado "abandonado a su suerte" y convertido en una improvisada escombrera.

INVESTIGACIÓN EN MARCHA

Sin embargo, este cierre temporal del bosque no afecta a los dos trabajos científicos que desde hace más de un año se desarrollan en este laboratorio natural, gracias al convenio de colaboración que el Ayuntamiento de Yebes tiene con la Universidad de Alcalá de Henares.

Uno de los proyectos, desarrollado por el grupo de investigación Ecología del Cambio Global y Evolución, del Departamento de Ciencias de la Vida, trabaja en la caracterización de dos especies de ratones presentes en este hábitat, los cuales presentan distintos estilos de vida y particularidades en términos de adaptación y competencia.

Por su parte, la unidad de investigación 'Respuestas de las plantas a condiciones de estrés' de la universidad alcalaína estudia dos especies de líquenes que en el bosque de Valdenazar se pueden solapar en algunos ambientes y en otros no.

De este modo, y puesto que "si alguien conoce las posibilidades y amenazadas de este paraje son los equipos de investigadores que trabajan en estos estudios", "saben de la trascendencia de preservar y no alterar el entorno en el que se desenvuelven", ha precisado el concejal de Medio Ambiente.