El presidente de Castilla-La Mancha y candidato a la reelección, Emiliano García-Page, durante su encuentro con la ciudadanía en Ocaña (Toledo) este martes. - PERIÓDICOCLM

OCAÑA.- Durante siglos el pueblo de Ocaña ha sido testigo de hechos históricos como el juramento de los reyes católicos a su nieto Miguel. Los juramentos, promesas o compromisos siguen presentes y más en una campaña electoral, la del próximo 28 de mayo, donde el presidente de Castilla-La Mancha y candidato socialista a la reelección, Emiliano García-Page se ha comprometido este martes a mantener las deducciones fiscales "para reducir la inflación" durante la próxima legislatura.

Castilla-La Mancha es una de las zonas de España con menor presión fiscal, gracias en parte a las ventajas fiscales de la ley pionera contra la despoblación, y eso, dice jefe del Gobierno regional, "es un elemento de estimulo para promover la llegada de nueva gente y que florezcan negocios donde hay menos rentabilidad".

En este sentido, García-Page ha sido claro y ha manifestado su "compromiso claro de congelación de la presión fiscal" y su deseo por "volver a pactar" la política fiscal con sindicatos y empresarios en los siguientes cuatro años.

Acompañado del alcalde del municipio, Eduardo Jiménez, ha dicho que el primer pacto que quiere firmar es un compromiso "a favor del empleo, a favor de la atracción de empresas y para que la política fiscal no sea un problema para nadie, solo n medio de financiar los servicios públicos para todos".

Durante esta legislatura, el Gobierno que encabeza ha suscrito hasta veinticinco acuerdos con los agentes sociales, lo que se traduce en un "un compromiso nítido, sin demagogias, posible, sin populismo", ha indicado.

En clave de política local, pero que tendría repercusión para toda la comarca y la región, Page ha propuesto aprovechar "dos millones y medio de metros cuadrados" para crear un tejido industrial "asequible" con el objetivo de conseguir nuevas empresas y trabajadores.

Porque, aunque los ocañenses se sientan orgullosos de vivir en un pueblo, Ocaña puede ser una ciudad "sin dejar de ser Ocaña", de hecho la localidad, actualmente con trece mil vecinos, ha visto aumentada su población en un 22 por ciento desde que Emiliano García-Page preside Castilla-La Mancha.

En la misma línea, Esther Padilla, secretaria general del PSOE de Toledo y diputada nacional, ha recordado la deuda de 30 millones de euros que dejó el Partido Popular en la localidad ocañense, por lo que García-Page ha elogiado a Jiménez por su capacidad para gestionar " la deuda que se encontró"  en uno de los ayuntamientos "más enlosados y endeudados"  de la región, aunque lamentando que no se haya podido avanzar en el eje de la A-40 debido a que la deuda que se encontró el regidor "era de las más feas de España".

De hecho, el presidente de Castilla-La Mancha ha dicho que "es muy difícil" que alguien tenga un mal concepto del alcalde de Ocaña aunque las ideas no coincidan, porque se encontró una herencia económica "realmente escandalosa", y "lo raro es que, con las cosas que pasaron, algunos de esos dirigentes no estén en prisión" porque "aquí se dieron muchas patadas al Código Penal".