García-Page ha estado acompañado por el expresidente José Bono en el acto celebrado en Olías del Rey.

OLÍAS DEL REY.- El presidente de Castilla-La Mancha y candidato a la reelección, Emiliano García-Page, considera "curioso" que quienes únicamente han gobernado en la región durante cuatro años en lugar de destacar lo que hicieron, en lugar de que parezca que "no hubieran existido", "prefieran hablar de Madrid".

Algo que contrasta con el Partido Socialista, en el que "tenemos claro lo que queremos", al igual que el importante salto que ha dado Castilla-La Mancha en estos cuarenta años de autonomía, pero más aún en qué dirección seguir.

Y así lo ha puesto de manifiesto durante su intervención en el acto público celebrado este lunes en la localidad toledana de Olías del Rey, en el que García-Page ha participado junto al secretario provincial del PSOE y presidente de la Diputación, Álvaro Gutiérrez, así como la alcaldesa y candidata a la reelección, Charo Navas. Un acto en el que García-Page ha estado acompañado, entre otros, por el expresidente José Bono.

Tras destacar cómo se han aprovechado las oportunidades que ha supuesto, contribuyendo a "hacer más grande España", García-Page ha destacado que se ha conseguido sin falta de honradez.

Y es que, ha insistido, en los 36 años de gobiernos socialistas, primero con Bono, luego con Barreda y ahora con Page, "ni un solo cargo público ha estado siquiera de visita en la cárcel", muestra así de que ese es "el camino seguro, con las manos limpias y honradas".

De ahí que desde su partido se pueda hablar "con orgullo de todo lo trabajado", mientras que otros que gobernaron únicamente durante una legislatura ni siquiera hagan referencia a lo hecho y prefieran hablar de la comunidad vecina.

Un contexto en el que ha reflexionado sobre qué ocurrirá cuando pase la campaña electoral, y si "alguno de los escondidos o escondidas" del Partido Popular "vuelven a aparecer", "sé lo que me digo", ha apostillado sin dar más detalle Page.

Ante un auditorio entregado, en el que no han faltado varios espontáneos que han interrumpido en varias ocasiones al candidato, García-Page se ha referido a Castilla-La Mancha como "un oasis" de estabilidad y tranquilidad, en el que aun contando con mayorías se gobierna pactando, como se ha hecho con empresarios y sindicatos, tanto en los momentos malos como en los de crecimiento.

Una región en la que hay "gran cantidad de cosas a medias" y en la que la gente ve fiabilidad por la atención que recibe, por lo que teme que todo esto "se vaya al traste" si dejan de darse esas condiciones de estabilidad después del domingo.

Ha recordado así cómo, en la que ha sido "la legislatura más dolorosa de la democracia", se ha conseguido "honrada y honestamente" ir cumpliendo lo comprometido.

Una gestión realizada "con talante y moderación", ha recalcado el candidato socialista, quien ha recordado que a lo largo de su trayectoria política se ha entendido con Izquierda Unida y con Podemos, cuando era alcalde de Toledo; también con Ciudadanos en esta última etapa, y que mantiene una buena relación personal con gente del PP, algunos de los cuales -ha precisado- se le han acercado para dejarle claro que "muchos se avergüenzan de la pura calumnia" y que nada tienen que ver con "esa valla en que me comparan con Otegi".

García-Page, que se ha referido así a la campaña desplegada por el Partido Popular con fotomontajes en vallas y camiones que recorren la región, ha subrayado que "los modales en política importan", como también la capacidad de llegar a acuerdos y entenderse.

Y es que, ha dicho, "qué se puede esperar de un político que la campaña no la ha basado en qué hacer o cambiar", sino "solo en insultar, calumniar y mentir".

Frente a la actuación del PP ha defendido la campaña que está realizando su partido, "limpia, en positivo", al tiempo que ha destacado cómo a los actos "no ha venido nunca tanta gente que nada tiene que ver con el PSOE como están viniendo ahora", algo que atribuye a que trabaja "para todo el mundo".