TOLEDO.- Noche de sentimientos encontrados en los cuarteles regionales del Partido Popular. La formación liderada por Paco Núñez ha conseguido una victoria desatacada en las elecciones locales, arrebatando a los socialistas las cinco capitales de provincia y ciudades de importancia como Talavera de la Reina, Puertollano y Tomelloso.
Sin embargo, ese impulso azul en los municipios no se ha reflejado en la misma proporción en las Cortes de Castilla-La Mancha, donde Emiliano García-Page ha conseguido mantener la mayoría absoluta por un margen muy estrecho.
Con una reducida diferencia de votos en la provincia de Ciudad Real por un escaño en disputa, que ha dado lugar a los contrastes entre la celebración de Carlos Velázquez, quien se prepara para gobernar con Vox en la capital de la región, y la nada de Núñez, convertido en uno de los pocos barones populares sin trofeo regional.
La velada ha comenzado en el Hotel-Cigarral 'El Bosque' con una presencia discreta de los medios y el predominio de los silencios, cortados por algún murmullo, ante la incertidumbre que planteaba el sondeo a pie de urna de GAD3, que dejaba en el aire la ansiada mayoría que buscaban los 'populares' de la mano de Vox, sin descartarla.
Aunque revelaba la posibilidad de arrancar varios ayuntamientos a los socialistas, como los de Albacete, Ciudad Real y Guadalajara; aún mantenía la joya de la corona en manos de García-Page. La agresiva campaña del Partido Popular, marcada por los bulos contra el máximo dirigente autonómico, no parecía en principio suficiente para inclinar la balanza.
El presidente de la formación, Paco Núñez, ha permanecido la mayor parte del tiempo aislado junto a su equipo de confianza, evitando el contacto con la prensa, a la espera del veredicto marcado por los castellanomanchegos.
Solo un breve griterío parecía anunciar, aún pronto, un cambio de tendencia. No volvería a repetirse hasta pasada una hora. El poco ambiente lo otorgaban entonces los periodistas que llegaban a cuentagotas y que, ante la caída de la página del Ministerio del Interior, permanecían atentos a la emisión de la televisión autonómica, la cerveza y los piscolabis.
Con el avance de los resultados locales, se empezaban a escuchar aplausos y gritos provenientes de la sala contigua donde se encontraba el equipo de Carlos Velázquez. "Otra", parecía escucharse con fuerza cada vez que se confirmaba que arrancaban una nueva Corporación a los socialistas: Albacete, Ciudad Real, Puertollano, Tomelloso, Talavera de la Reina y, finalmente, Toledo.
Un impulso municipal que sitúa al PP al frente de las ciudades más importantes de Castilla-La Mancha. En esos momentos, varios periodistas afines a los conservadores se jactaron del "trauma socialista". Otros empezaban a tener caras más largas.
Posteriormente, a las 23:15, los populares celebraban la mayoría de derechas en el Ayuntamiento de Toledo. Como si fuera un torero en la plaza, los compañeros de Carlos Velázquez lo han levantado en hombros, tras inundarlo en besos, aplausos y abrazos.
En declaraciones a la prensa, un pletórico Velázquez ha afirmado que los toledanos han votado "por el cambio" y ha asegurado que su victoria es el preludio de un giro a nivel nacional. Evitaba insistir en la región.
Preguntado sobre un inminente acuerdo con Vox, el presidente provincial del PP ha defendido que él "es un hombre de pactos" y hará todo lo posible conformar un Gobierno "estable y duradero" en la capital.
La celebración se alargó en la sala contigua durante algo más de media hora, con más aplausos, abrazos, loas a la nación y algún "socialista el que no bote". No obstante, seguía sin saberse nada de Paco Núñez y su equipo más cercano.
Conforme avanzaba la noche, la fiesta local se disolvía, si es que no cambiaba de espacio, y volvían los nervios entre los presentes ante la prolongada duda de los resultados autonómicas, con el escaño de la discordia en el centro de las discusiones.
Poco antes de la una de la madrugada, aumentaba la diferencia en el escrutinio y se confirmaba lo evidente: Núñez se había quedado sin el broche final, al tiempo que sus correligionarios cosechaban triunfos institucionales.
En ese momento, el equipo de prensa avisaba de la llegada del albaceteño. Los fuertes aplausos que anunciaban la venida, así como el ropaje de la dirección regional, parecían disimular la soledad del caído.
Una vez delante de los micrófonos, Paco Núñez ha reconocido su derrota ante García-Page y el Partido Socialista, no sin insistir en el hecho de que había mejorado los resultados de su formación tanto en votos como en escaños, así como en "esos pocos votos" de la provincia de Ciudad Real que han decantado la balanza.
Visiblemente emocionado, el presidente del PP ha agradecido a los militantes por su labor durante la jornada electoral, además de felicitar a los compañeros que van a recuperar una parte importante del poder municipal. También ha alabado al Partido Popular a nivel nacional y a Alberto Núñez Feijóo, al que ha definido como "el gran vencedor de la noche".
Antes de someterse a las preguntas de los medios, que cuestionaron su continuidad en la dirección del PP y volvieron a mencionar los pactos con la extrema derecha, Núñez volvió a la realidad autonómica. "Está claro que no hemos alcanzado el objetivo principal que nos hemos marcado, que era gobernar Castilla-La Mancha", sentenciaba.
Finalizada la intervención, se acercó a los presentes para agradecerles su compañía durante la campaña. Inmediatamente después, los reporteros empezaron a recoger los enseres para atender la otra cobertura, al tiempo que los trabajadores del cigarral limpiaban lo poco que quedaba.
Rozando las dos de la madrugada, volvía el silencio inicial.
