El deán de la Catedral de Toledo dimite tras la polémica suscitada con el videoclip de C.Tangana y Nathy Peluso

Tras un encuentro "cordial" con el arzobispo Francisco Cerro, se anuncia el adelanto de la conclusión de su mandato y su petición de "perdón institucional".
El 30 de noviembre de 2016 Juan Miguel Ferrer tomaba posesión como deán de la Catedral, del que ahora dimite tras la polémica.
photo_camera El 30 de noviembre de 2016 Juan Miguel Ferrer tomaba posesión como deán de la Catedral, del que ahora dimite tras la polémica.

TOLEDO.- El último videoclip de C. Tangana y Nathy Peluso, 'Ateo', se ha cobrado su primera víctima, el deán de la Catedral de Toledo, Juan Miguel Ferrer, quien tras la polémica suscitada por la grabación en la seo toledana, ha decidido dejar el cargo a menos de veinte días de que se decidiera sobre su continuidad en el puesto.

Una dimisión -aunque no se utiliza esta expresión por parte del Arzobispado, que lo plantea como una petición de adelantar la conclusión del mandato que Ferrer habría realizado al arzobispo Francisco Cerro- que se ha hecho pública este martes a través de una nota de prensa tras el "encuentro cordial" mantenido entre ambos.

Una reunión en la que "del diálogo mantenido" se informa sobre la manifestación por parte del deán de su "plena comunión" con el arzobispo y la Iglesia diocesana, así como su "petición de perdón institucional, en nombre propio y de las diversas instancias del Cabildo, en la medida en que han tenido responsabilidad" -precisa- "por cuantos errores y faltas se hayan podido cometer de palabra, obra y omisión en los hechos de los últimos días".

Cabe recordar que era el pasado viernes, 8 de octubre, cuando veía la luz el videoclip del madrileño C. Tangana y la argentina Nathy Peluso rodado en el interior de la Catedral de Toledo. Un vídeo en el que ambos aparecen por las naves del templo bailando sensualmente a ritmo de bachata, tan solo instantes después de que Peluso se contonee -mientras es observada desde la distancia- a las puertas de la Sala Capitular. Lugar, cabe recordar, en el que también bailan después ante la escena del Juicio Final pintada por Juan de Borgoña y escrutados por los treinta y dos obispos cuyos retratos cuelgan en la galería.

Un vídeo en cuya defensa salía en un primer momento el deán de la Catedral, quien tras las primeras críticas emitía un comunicado en el que justificaba el haber permitido la grabación al considerar que representaba la historia de una conversión mediante el amor humano. Para argumentar esta posición, se ceñía a la propia letra de la canción, que señala: "Yo era ateo, pero ahora creo, porque un milagro como tú ha tenido que bajar del cielo".

Del mismo modo, y aunque reconocía lo "provocador" del lenguaje audiovisual empleado, Ferrer precisaba que esto "no afecta a la fe".

Un comunicado que hacía aumentar el tono de las críticas y al que seguía, apenas unas horas después, otro comunicado del arzobispo, en el que tras manifestar que "desconocía absolutamente" la existencia de este proyecto -cuyo rodaje se había realizado el 15 de septiembre tal y como fue recogido ese día por la prensa local- lamentaba lo sucedido y manifestaba su desaprobación por las imágenes grabadas en el primer templo de la Archidiócesis.

Y junto a ese comunicado se acrecentaba la polémica en las redes, en las que se pedía el cese o, en su defecto, la dimisión de Ferrer y también se aseguraba haber trasladado ya a Roma, concretamente a la Congregación del Culto Divino -de la que por otra parte el deán fue subsecretario-, la "profanación" ocurrida.

Un día después el arzobispo convocaba a la Iglesia toledana para el próximo lunes -17 de octubre- a la apertura de la fase diocesana del XVI Sínodo de los Obispos, "para reparar el pecado". Una fecha para la que ya -aunque en ese momento no se había hecho todavía público- Ferrer ya no seguirá al frente del Cabildo.

Una sucesión de hechos, con convocatoria de oración incluida a los pies de la Catedral la tarde-noche del sábado, a la que se llega este martes con la emisión de este comunicado, en el que se detalla cómo el deán, considerando que su mandato concluía el próximo 5 de noviembre, habría "estimado conveniente" pedir al arzobispo el adelanto de la conclusión del mismo a este domingo, 16 de octubre, algo que Cerro ha aceptado.

Pondrá así punto final a un mandato que comenzaba con el anuncio de su nombramiento el 5 de noviembre de 2016 y su posterior toma de posesión, en la festividad de San Andrés Apóstol, el 30 de noviembre. Un acto en el que Ferrer ya manifestó su intención de "continuar la tarea de impulsar la adecuación de la Catedral y sus diversas actividades propias a los tiempos presentes". Una cuestión que ahora, tras la polémica generada con el videoclip, se ha terminado volviendo en contra.

Por otra parte, desde el Arzobispado también aprovechan esta nota de prensa para informar de que "por normativa interna del Cabildo", vigente desde hace años, "el dinero recaudado por actividades extraordinarias de la Catedral va destinado a obras sociales".

Una aclaración que se produce después que también se hayan situado en el centro de la polémica los cerca de 30.000 euros que se dice se habrían pagado por grabar el vídeo dentro de la Catedral.

Una cifra que sin embargo no se habría alcanzado, tal y como ha señalado el propio deán, Juan Miguel Ferrer, quien ha señalado que fueron 15.000 euros los recibidos de la productora del vídeo.

Así lo ha señalado a preguntas de los medios en Toledo, donde ha asistido a los actos de la patrona de la Guardia Civil. El todavía deán, a pesar de la nota de prensa emitida desde el Arzobispado, ha querido dejar claro que no se arrepiente de su comunicado inicial al suscitarse la polémica, "porque es verdad y explicaba las razones por las que se llegó al permiso".

No obstante cree que fue un error que durante la grabación del vídeo no hubiera nadie que representara a la Catedral y no se pudieran así hacer advertencias "de las cosas que luego han provocado el escándalo de lagunas personas". Eso, reconoce, "fue un fallo".

Respecto a si el arzobispo estaba o no al corriente de la grabación, Ferrer ha señalado que "normalmente" este tipo de grabaciones no se comunican al arzobispo y cree que de haberlo hecho se podría haber evitado "alguna dificultad que hemos vivido".

Sobre las críticas recibidas estos días, Juan Miguel Ferrer asegura que aunque a nadie le agrada, personalmente no le afectan "estas cosas". No obstante sí reconoce que le ha afectado el dolor que se puede haber causado a su familia, a sus padres ancianos.

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