Opinión

Cultura sobre ruedas

Artículo de opinión del consejero de Educación, Cultura y Deportes, Amador Pastor, con motivo del Día del Bibliobús en España.

Seguro que todo el mundo ha visto alguna vez en alguna película cómo una puerta común o cotidiana, ya sea la de un armario o una nevera o un sótano se abre para dar paso a un mundo mágico. Algo similar sentí la primera vez que entré en un bibliobús. Uno traspasa la puerta del bibliobús, sube unos escalones y se encuentra en un pasillo lleno de estanterías con libros, música, películas o revistas y, por supuesto, con alguien que se halla allí para orientar y recomendar, como el ayudante que tienen los héroes de esas películas fantásticas.

Sin embargo, esos bibliobuses que describo como mágicos son realidad. Existen. En Castilla-La Mancha disponemos de 8 que llegan a 331 municipios de la región. Y si hablamos de lectores y lectoras, abastecen a casi 300.000 personas de zonas rurales y menos pobladas. Eso sí es fantástico, pero no en el sentido sobrenatural. Además, sus servicios no se limitan al préstamo de material, pues, al igual que las bibliotecas al uso, también ofrecen otros tipos de actividades, desde clubes de lectura a yincanas culturales, por nombrar algunas.

No obstante, tenemos el lado negativo: los autocares tienen un desgaste físico que, por mucho que se cuiden, necesitan ser sustituidos, de ahí que el Gobierno regional haya tomado la decisión de reemplazar tres de los bibliobuses de la flota, los tres más antiguos.

Hoy 28 de enero es el Día del Bibliobús en España y queremos reconocer la labor que desde 1953, hace más de 70 años, se realiza ininterrumpidamente con un arduo esfuerzo profesional y material para llevar a todos los rincones de España la democratización e igualdad cultural. Hoy es un día para agradecer esa labor de los bibliotecarios y bibliotecarias itinerantes, a sus conductores y conductoras, a los usuarios y las usuarias que mantienen vivo este servicio, porque sin ellos no tiene sentido su existencia. Gracias por participar de algo tan valioso como es la calidad de vida y el bienestar, colaborar en las opciones de futuro de todos y de todas y a convertir los bibliobuses en una pieza fundamental de la vida rural de nuestro país.

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