Y es que debemos recordar que Cospedal dejará Castilla-La Mancha con más de 242.000 personas sin empleo, con un paro juvenil del 62%, ocupando la tercera posición de mayor tasa de riesgo de pobreza y exclusión social, 9,4 puntos por encima de la media nacional. Nos dejará con el título de ser la Comunidad Autónoma con mayor porcentaje de población en riesgo de pobreza y también la primera en desigualdad, así como ser la región de España que, en la actual legislatura, más ha recortado las ayudas sociales, según indica el Índice de Desarrollo de Servicios Sociales.
No quiero olvidar a los empleados públicos, que han sido especialmente castigados y han sufrido los mayores recortes salariales, laborales y sociales de la historia. Han perdido entorno al 20% de poder adquisitivo (congelación salarial desde el inicio de la crisis, supresión de la paga extra y reducción adicional del 3% de los salarios que sólo se ha producido en Castilla-La Mancha); se eliminó el complemento de Incapacidad Temporal; se aumentó la jornada laboral a 37,5 horas; se suprimieron la mayor parte de los días de libre disposición; no se cubren las vacantes y se amortizan las plazas; se cerraron o privatizaron muchos centros de trabajo. Al personal laboral se les rebajan categorías y se les obligan a trasladarse fuera de su localidad. Y a los interinos se les despide tanto a los que están en las oficinas, como a los que están en las aulas, como los que están en los hospitales.
Esto no solo supone un daño a los trabajadores de la Junta, sino también a los servicios públicos que la administración debe prestar a la ciudadanía, un daño tremendo a nuestro sistema público educativo y sanitario.
En Toledo tampoco debemos olvidar el futuro hospital, pues hay que decir bien alto que Podemos es la única garantía para que sea totalmente público, en contraste con la privatización de Cospedal o lo semipúblico del PSOE.
No hay más alternativa que Podemos. Representamos la oportunidad única de que llegue aire nuevo a las instituciones y una nueva forma de entender y practicar la política, en la que la gente sea la protagonista, porque Podemos es el instrumento del pueblo, un instrumento que servirá para devolver el bienestar a la ciudadanía.
Debo decir que para mí es un orgullo estar en el proceso de primarias y poder ser candidato de Podemos al Parlamento de mí tierra. Significa formar parte del cambio político en Castilla-La Mancha. Haremos que la política sea de la gente y desterraremos a un gobierno que ha hecho sufrir, además de ser temido por sus ciudadanos.
El momento es ahora y la gente necesita un gobierno valiente que no tenga otro fin que el bienestar de su pueblo y sobre todo de los que menos tienen. Y creanme cuando les digo que para mí es una satisfacción personal poder ayudar a conseguirlo.