Opinión

¡No es abuso, es violación!

De norte a sur de toda España una ola espontánea e indignada de sentimientos encontrados ha recorrido las calles de las principales ciudades. Indignación por la sentencia de la violación de ‘La Manada’, porque diga lo que diga la sentencia, a esa chica, cinco bestias la violaron.

Pero no quiero con estas letras incitar a quedarse solo en el rencor y el desaliento que produce el escuchar la lectura que el presidente del tribunal ha hecho. Os invito a parar, respirar (tomar mucho aire) y leer la sentencia en su totalidad. Los ciento y pico folios. Todos, con todos los párrafos, y sí, tomando aire, parando para respirar y asimilar de verdad lo que allí está escrito.

Produce horror y asco a partes iguales, y a media que se profundiza en los detalles del documento, las náuseas aumentan. Y estas náuseas son especialmente irreprimibles cuando se llega a la parte donde se describe el razonamiento del voto particular que uno de los jueces, el Sr. González, emite.

Al finalizar, si es que podéis, es cuando de verdad hay que plantearse el tipo de sociedad en la que vivimos, y es a partir de esa última línea cuando os invito a levantar la mano, el puño, el dedo y gritar muy alto vuestra indignación, en la calle, en casa, en el trabajo o en las redes sociales. Hacerlo, gritar, no seáis cómplices de los silencios en los que estas manadas que campan libremente por el país, se ocultan.

Si no os sale el grito, el post o el tweet, pensar en esa chica de Pamplona, y luego pensar que esa chica podría ser nuestra hija, nuestra sobrina, nuestra nieta, nuestra pareja. Cualquiera de ellas que una tarde o una noche es secuestrada por varios individuos a un portal para ser violada.

Esta sentencia dice que una mujer que no se resiste es que está consintiendo, y que por lo tanto ya no es una violación, es una relación, pero que si te resistes ante la agresión, puedes terminar muerta.

Por supuesto, las leyes que nos hemos dado son las mismas en las que se justifica una sentencia como esta, pero cuando un grupo de jueces y juezas tienen la capacidad para emitir un documento así, entonces es que las leyes que tenemos no amparan la realidad social en que vivimos. Unas leyes escritas y redactadas por varones bajo el paraguas del sistema machista y patriarcal en que vivimos, unas leyes que terminan siendo aplicadas por otros varones. Varones que se atreven a escribir que, aún en una supuesta agresión sexual (violación) una mujer puede llegar a sentir placer por ello…

Mujeres de España, hay que seguir demostrando la fuerza, la tenacidad y las ganas de cambio que ya se visibilizó en la jornada histórica del pasado 8 de marzo, una jornada que liderasteis y en la que muchos de nosotros acompañamos. Todos los días han de ser 8 de marzo, y hoy, más que nunca. Hagamos que aquel grito ilusionado sirva también para que estas leyes cambien y se adapten a la realidad a la que sirven. Las leyes hay que respetarlas, pero nadie nos puede obligar a no poner el grito en el cielo y a denunciarlas cuando a todas luces son injustas. La sentencia de ‘La Manada’ es totalmente injusta.

Quienes estamos en esto de la política tenemos por delante un gran desafío, hacer una revisión legislativa importante, en el ámbito de la aplicación de la tutela judicial efectiva para la mujer, derecho fundamental de las españolas, para que sea real.

Se hace urgente ya la modificación de Ley orgánica del Poder Judicial, que vaya encaminada a la formación del poder judicial para hacer una interpretación más correcta y protectora de las leyes contra el machismo. Necesitamos que las leyes sean interpretadas con arreglo a la realidad, a una realidad culturalmente machista y discriminatoria contra los derechos de las mujeres.

Como miembro del Comité Federal del PSOE defenderé en este ámbito esta propuesta que ya está presentada en el Congreso. Es urgente y es necesario. Ya no hay marcha atrás.


Pablo Ortiz García
Miembro del Comité Federal del PSOE

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