Pese a los muchos avances legislativos y sociales de los últimos años, la LGTBfobia sigue campando a sus anchas en nuestra sociedad y estamos acostumbrándonos a escuchar y ver noticias como ciertos comentarios LGTBfóbicos de personajes públicos, circulares como la que emitió Metro Madrid y agresiones físicas, insultos y expulsión de personas LGTB de lugares públicos, tal y como se pone de manifiesto en el Informe de Delitos de Odio de 2014, editado por el Ministerio del Interior, con el alarmante aumento de los delitos de odio hacia las personas LGTB.
Sin embargo, la mayor manifestación de LGTBfobia institucional de este año fue la que realizó el Tribunal de Justicia Europeo el pasado 29 de abril, al avalar en sentencia que los hombres homosexuales tienen prohibido donar sangre, sentencia que gracias a la polvareda que levantó, sirvió para que Francia (país del que provenía la denuncia), anunciase que iba a sentarse a modificar la ley que prohíbe a homosexuales donar sangre.
Aseguran que "hoy es más necesaria que nunca una ley estatal que iguale los derechos de las personas LGTB en todo el Estado, ahora diferenciados por las aprobaciones de diferentes leyes autonómicas, y que facilite medios y herramientas en la lucha contra la LGTBfobia. Entre ellas debe incluirse una mayor formación y sensibilización a fuerzas y cuerpos de seguridad, cuerpos judiciales y demás profesionales que por su trabajo atiendan a las personas LGTB de manera directa o indirecta".
Sobre el ámbito laboral y el centro de trabajo, indican que "es uno de los lugares donde se manifiesta la LGTBfobia, las personas lesbianas, gays y bisexuales, en muchos casos tienen miedo a salir del armario, armario al que muchas veces no pueden recurrir las personas transexuales, por miedo a ser discriminadas, sufrir acoso e incluso poder llegar a perder su trabajo. Situación que provoca que no utilicen algunos de los derechos y permisos que tienen".
Explican que "la negociación colectiva y la acción sindical son las herramientas de FSC-CCOO para luchar contra esta lacra social. El acoso por orientación sexual o identidad de género debe tipificarse con una adecuada escala de gravedad".
En este sentido, consideran que "también hay que negociar protocolos de actuación contra la LGTBfobia e incluirla dentro de los riesgos psicosociales". Además, señalan que "es necesario impulsar la negociación de diferentes medidas en los convenios que sirvan para evitar cualquier discriminación que se dé en las empresas y administraciones. Asimismo se debe continuar con la formación y la sensibilización de nuestros cuadros sindicales y de las delegadas y delegados".
"FSC-CCOO, tal y como llevamos haciendo desde su constitución, seguiremos luchando por hacer de los centros de trabajo sitios libres de LGTBfobia, para que las personas LGTB puedan vivir su orientación sexual e identidad de género con total libertad, sin miedo a sufrir discriminaciones o acosos, participando activamente en la campaña que impulsa CCOO, interviniendo para que nuestra Federación sea un espacio libre de LGTBfobia", concluyeron desde esta Rama de CCOO en la provincia de Cuenca.
