La patronal amenaza con la reforma laboral de Rajoy tras bloquear los convenios de la limpieza

De las 20.000 mujeres que trabajan en la limpieza en Castilla-La Mancha, sólo unas 4.000 tienen contratos a jornada completa de unos 850 euros brutos. El resto trabaja con salarios que a menudo no llegan ni a los cien euros mensuales.

La patronales provinciales de la Limpieza de Edificios y Locales de Castilla-La Mancha y la patronal estatal ASPEL, que integra a las mayores empresas del país –la mayoría de ellas, filiales de grandes grupos inmobiliarios como ACS, FCC, OHL o Ferrovial- han bloqueado los convenios colectivos de todas las provincias de la región salvo Albacete. En esta provincia, la parte social aceptó congelar los salarios dos años más a cambio de mantener la vigencia del convenio y garantizar su pervivencia a futuro incluyendo una cláusula de ultraactividad. En otro caso, ASPEL amenaza con desregular el sector y mantener como único marco para las relaciones laborales los derechos básicos del Estatuto de los Trabajadores; y como salario de referencia el SMI.

La pérdida de vigencia de los convenios si no hay acuerdo para su renovación es una baza que facilitó a los empresarios españoles la Reforma Laboral de Rajoy. Y hay empresarios y patronales que la aprovechan a fondo, en especial en aquellos sectores de actividad donde los colectivos de trabajadores son más vulnerables. Así, en Albacete han conseguido que las 6.000 trabajadoras de la limpieza de la provincia acepten congelar sus salarios. Y eso mismo exige Aspel y las patronales provinciales a las 5.000 limpiadoras de Toledo, a las más de 4.000 de Ciudad Real, las 2.000 de Cuenca y las otras 2.000 de Guadalajara.

De estas 20.000 mujeres –hay muy pocos varones en el sector-, sólo unas pocas, alrededor del 20%, tienen contratos a tiempo completo, con un salario medio 850 euros brutos mensuales. Las demás trabajan a tiempo parcial. A menudo, no ingresan ni 100 euros al mes.

Este es el caso de una de las mujeres que ayer, como representante de sus compañeras, asistió a la reunión de negociación para tratar de cerrar el convenio colectivo de la Limpieza de Edificios y Locales de la provincia de Toledo.

Esta mujer cobra 67 euros al mes. Sesenta y siete euros y algunos céntimos. Enfrente, los representantes patronales propusieron mantener congelado ese sueldo en 2014; subirlo un 0,2% en 2015 a partir de que se firme el convenio (o sea, nada en los seis meses ya transcurrido de este año, y 30 céntimos después); un 0,4% en 2016; y un 0,5% en 2017. Todo ello, sin aplicar revisión salarial sea cual sea la evolución del IPC.

La parte social se quedó de piedra. Hizo dos contraofertas. Propuesta 1: 2014: 0%. 2015:0%. 2016: 1%. 2017:1,5%. Propuesta 2: 2014: 0%. 2015: 0,4%. 2016: 0,8%. 2017: 1%. La parte empresarial respondió que nanay. Que vaya dispendio.

Eso ocurrió ayer por la tarde. Antes, por la mañana, en la mesa de negociación del convenio de la Limpieza de la provincia de Guadalajara, que no tiene cláusula de ultraactividad y por tanto está amenazado con la desaparición a causa de la Reforma Laboral de Rajoy, la parte social esperaba acordar la firma del convenio en los mismos términos que el del Albacete (0% en 2014 y 0% en 2015). Pero entonces, el representante de Aspel dijo que no firmará ningún convenio más en Castilla-La Mancha, ni en Guadalajara, ni en Cuenca, ni en Ciudad ni en Toledo, si en esta última provincia se encontrara con alguna oposición a sus propuestas “cero-cero”.

Porque Toledo es la única provincia cuyo convenio sí prevé su ultraactividad. A las trabajadoras de la Limpieza de Ciudad Real, Cuenca y Guadalajara, como a las de Albacete, la reforma laboral de Rajoy las situó en una posición de extrema vulnerabilidad respecto a sus empresas. 

Aunque hay empresas -tanto empresas afiliadas a las patronales provinciales de Ciudad Real, Cuenca y Guadalajara como grandes empresas integradas en Aspel-, que estarían encantadas de firmar el ‘doble cero’; a otras, que se imponen, no les basta: quiere también ahorrarse 30 céntimos en el salario de la delegada sindical que se sentó ayer en la mesa de negociación del convenio de la limpieza de Toledo. Sus 30 céntimos y los céntimos correspondientes de todas y cada una de sus compañeras.

Hoy, en la mesa de negociación del convenio de Limpieza de la provincia de Cuenca, UGT y CCOO han realizado una nueva propuesta alternativa para tratar de desbloquear esta situación y han planteado que, una vez firmado el Acuerdo Nacional de Negociación Colectiva (AENC), se acuerden en Cuenca incrementos moderados, en la línea que se marca en el citado acuerdo, y que la ultraactividad no sea un obstáculo para la firma del convenio. Pero las patronales –la estatal Aspel y las provinciales Apel y Aprel- no sólo no han valorado este sacrificio del sector, sino que jocosamente han pedido la congelación del complemento de antigüedad y sin ningún tipo de incremento; una tomadura de pelo.

Así está la negociación colectiva de la que dependen 20.000 trabajadoras de Castilla-La Mancha, con salarios muy modestos y con jornadas mayoritariamente a tiempo parcial. Esta es una de las “mejoras estructurales” que ha introducido la reforma laboral de Rajoy en el mercado de trabajo: Para que España salga de la crisis, cada trabajadora de la limpieza del Grupo ACS tiene que ahorrarle unos céntimos al mes a Florentino Pérez; y cada trabajadora de la limpieza de Ingesan-Grupo OHL tiene que aportar otro tanto al marqués de Villar Mir. So pena de pasar a cobrar el SMI y perder los derechos de convenio que tantas luchas y tantos años costaron conseguir.

Comentarios