Condenan a dos miembros de una familia albaceteña por esclavizar a sus trabajadores

Jornadas inhumanas sin días de descanso y sin percibir salario alguno, viviendo en almacenes para ganado y recibiendo restos de pan duro para comer, así es como trataron durante años un padre y su hijo a cuatro empleados extranjeros en Caudete.

ALBACETE.- Dieciocho meses de cárcel y el pago de una indemnización de 10.000 euros para cada una de sus víctimas es la condena impuesta por el juez para dos ganaderos ‑padre e hijo‑ de la localidad albaceteña de Caudete, por emplear en varias fincas a cuatro trabajadores extranjeros en condiciones de esclavitud mientras ejercían como pastores. Asimismo, les obliga al pago de una multa de más de 2.400 euros

El Juzgado Penal número 3 de Albacete les ha impuesto este castigo tras constatar que no pagaban los salarios acordados a sus empleados, ni les daban días de descanso o vacaciones, y les alojaban en un almacén en el que guardaban ganado

La sentencia, que no es firme, considera que los acusados, Manuel B.C y José Manuel B.L., cometieron un delito contra los derechos de los trabajadores, aunque atenúa la pena por el tiempo transcurrido para resolver el procedimiento penal. 

Para ambos acusados, que se sentaron en el banquillo finalmente el pasado 19 de junio, tras la suspensión del juicio fijado el 16 de febrero por la ausencia de un testigo, se pedían condenas de 2 años y 3 meses de prisión, una multa de 3.240 euros y una indemnización a los cuatro trabajadores en las cantidades debidas y no percibidas por los salarios adeudados, así como 10.000 euros a cada uno de ellos por los daños morales sufridos. 

Los hechos por los que ahora son condenados estos dos ganaderos se remontan a hace más de diez años. Según recogía en su acusación el fiscal, uno de los procesados, en su condición de propietario de dos fincas y titular de la explotación ganadera desarrollada en las mismas, y otro como aparcero de la explotación agraria y administrador de la explotación ganadera, se pusieron de común acuerdo para someter a estos trabajadores "a condiciones de trabajo con infracción de la normativa laboral". 

El padre tuvo trabajando por cuenta ajena a una persona desde mediados de diciembre de 2009 y a otra desde finales de mayo de 2009, dado de baja no voluntaria un año después, mientras que el hijo tuvo dados de alta a otros dos trabajadores, uno desde abril de 2005 y otro desde agosto de ese mismo año, todos ellos incumpliendo la normativa en materia de prevención de riesgos laborales, de relaciones laborales y Seguridad Social. 

Una situación que se pudo comprobar desde la Inspección de Trabajo, a través de diversas actuaciones e inspecciones, realizadas en el arco de ocho meses ‑entre julio de 2010 y marzo de 2011‑. Se pudo constatar así que los dos acusados no pagaban sus salarios a los trabajadores, no cotizaban por ellos a la Seguridad Social, además de incumplir los contratos y toda normativa de prevención de riesgos laborales. 

Un trato vejatorio al que fueron sometidos los empleados por parte de los ahora condenados, al aprovecharse del "estado de necesidad" de los mismos. 

Vivían así en una situación de "semiesclavitud", como se describe en la sentencia. El juez destaca cómo estos cuatro trabajadores sufrieron una "falta absoluta del pago de sus salarios"; jornadas superiores a ocho horas, sin descanso semanal ni vacaciones, siendo además alojados en "habitáculos para animales", que no reunían las condiciones "mínimas" de salubridad e higiene. Por comida, relata el juez, se les facilitaban "restos y pan duro". 

En los fundamentos del fallo judicial, se recogen los testimonios de los cuatro trabajadores denunciantes, los cuales coinciden respecto a las condiciones de trabajo que sufrieron durante años. 

Comentarios