Querella criminal contra un colegio católico de Albacete por ocultar un caso de acoso escolar

La madre del menor acusa a los responsables del centro concertado Compañía de Maríay a la Inspección de Educación de "dejación de funciones" y por intentar "ocultar" el acoso sufrido por su hijo, enmascarándolo como "violencia entre iguales". 

ALBACETE.- La madre de un alumno del colegio católico albaceteño Compañía de María 'La Enseñanza', perteneciente al Grupo Educativo Montaigne, ha interpuesto una querella criminal contra el equipo directivo del centro y la Inspección de Educación por "ocultar" el caso de acoso escolar que, según afirma, sufrió su hijo.

El menor estudiaba 1º de ESO y, al parecer, los hechos se habrían producido a lo largo de todo el curso pasado. Según relata la progenitora, María Trinidad Cantos, comenzó a sospechar que algo estaba ocurriendo en torno al mes de noviembre, cuando se resintió el comportamiento del menor, aunque no sería hasta el mes de abril cuando el niño confesó las agresiones que había sufrido por parte de compañeros de colegio. 

Al poner en conocimiento de los responsables del centro lo que estaba ocurriendo a su hijo, desde el mismo habrían afirmado conocer la situación, explica Cantos, por lo que semanas más tarde se activaba el protocolo de actuación ante situaciones de acoso. Asimismo, la familia del menor acudió a la Policía Nacional a denunciar lo sucedido.  

Explica que en el mes de abril denunció ante la dirección del colegio el acoso que estaba sufriendo su hijo. Una situación que fue investigada por la comisión de acoso del centro, la cual "reconoció el bullying" del que estaba siendo víctima el menor.  

Según su relato, el acta que le fue facilitada de dicha comisión recogía cómo su hijo había sufrido "agresiones verbales, maltrato psicológico con constantes burlas en relación al apelativo despectivo asignado por el grupo, aislamiento y deterioro provocado de relaciones sociales y exclusión social". Un primer informe en el que se reconocía el acoso escolar del que estaba siendo víctima el niño, aunque poco después se negaría, argumentando que "era una situación de violencia entre iguales". Hechos que también se saldaban sin castigo para los agresores.  

Cantos considera que tanto el equipo directivo del centro como el orientador intentaron "ocultar" el caso, para lo cual "coaccionaron" al menor, de 13 años, instándole a mentir "diciendo que no habían pasado cosas que sí pasaron".  

Asimismo, el inspector de Educación de la zona habría reconocido también que "era un caso grave de acoso escolar", aunque días después -lamenta Cantos- "el colegio comunicó que habían decidido modificar su informe", de forma que el caso pasó a ser "un conflicto entre iguales". 

Para esta madre albaceteña el centro educativo no cumplió con el protocolo establecido para los casos de acoso escolar, como tampoco lo habría hecho ‑a su parecer‑ la Inspección de Educación, acusándoles así de dejación de funciones. Una situación que ahora ha decidido llevar a los tribunales.  

Esta situación de acoso habría llevado al menor a dejar de asistir a clase a finales de mayo, "por prescripción médica" precisa la madre. El pasado mes de septiembre el niño volvía a clase, aunque escolarizado en otro centro educativo. 

Por su parte, desde la Dirección Provincial de Educación se defiende que la Inspección "hizo su trabajo" y que existe un informe que establece que no fue un caso de acoso escolar. No obstante, reconocen el derecho de la madre a llevar el asunto a los tribunales y han mostrado "respeto" por este proceso. 

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