Dimite el matrimonio del PP que gobernaba Cincovillas tras el rechazo a la macrogranja de su hijo 

La pequeña localidad se queda sin dos de los tres concejales electos en mayo de 2015. La hasta ahora alcaldesa, María del Carmen Martín, y su marido, el teniente de alcalde, José María Barahona, han presentado su dimisión después de que el pasado enero la Junta rechazara la macrogranja porcina que pretendían autorizar 'a dedo' a su hijo. 

GUADALAJARA.- La localidad guadalajareña de Cincovillas se ha quedado sin gobierno al mando, tras la dimisión de la alcaldesa, la popular María del Carmen Martín, y su teniente de alcalde –y esposo- José María Barahona, también del PP, dejando como único edil al socialista Miguel Ángel Serrano. 

Una dimisión a dúo que habrían presentado la semana pasada aludiendo a motivos personales, aunque no ha sido hasta este miércoles cuando el pleno ha refrendado su renuncia. 

Sin embargo, a nadie escapa que esta decisión podría encontrarse tras la polémica suscitada hace unos meses, después de que Martín tratara de conceder 'a dedo', a su propio hijo, una licencia para instalar una macrogranja en esta localidad de apenas una veintena de habitantes censados. 

Una tentativa que frustraría no solo el revuelo creado en torno al proyecto, que supuso la recogida de más de 1.500 firmas, sino la propia Viceconsejería de Medio Ambiente, desde la que se rechazó la solicitud de autorización ambiental integrada para la instalación de la explotación con capacidad para más de 3.000 cerdos. 

Un proyecto al que se presentaron alegaciones, informes y sugerencias emitidos por instituciones y administraciones afectadas y consultadas, así como también por los ayuntamientos de Atienza y Riofrío del Llano, así como la asociación de agricultores y ganaderos de Cincovillas, y varios particulares de manera conjunta. 

Documentación toda ella que, una vez analizada, llevó a la Viceconsejería de Medio Ambiente a considerar que el proyecto no era viable desde el punto de vista ambiental, emitiendo así una resolución por la que se formulaba la declaración de impacto ambiental negativa, en favor de la conservación del valle y saladares del río Salado. 

Los lazos familiares entre los responsables de conceder la licencia y el promotor de la macrogranja no parecieron importar a la ya dimitida alcaldesa, quien incluso habría llegado a manifestar su intención de conceder la licencia sin siquiera llevarlo a pleno, incurriendo así en un caso de prevaricación. 

Una situación que fue denunciada en su día por el único concejal de la oposición, Miguel Ángel Serrano, a quien desde los servicios jurídicos de la Diputación de Guadalajara le habrían informado que tanto Martín como Barahona se tendrían que haber inhibido y dejado en él, como único miembro de la Corporación municipal la decisión. 

El sentido de su voto lo tenía claro, si había alguna duda sobre el proyecto, se opondría. Finalmente ni siquiera fue necesario llegar a esa situación, puesto que la negativa a la explotación ganadera llegaba directamente del Gobierno regional. 

Se frenaba así la instalación de una nueva macrogranja porcina en la provincia de Guadalajara, también rechazada un año antes en Riofrío del Llano. Un proyecto de la familia Barahona-Martín que se sumaba al que ya tienen en marcha en la localidad. Una explotación porcina que genera molestias a los vecinos de Cincovillas, los cuales rechazaron de inmediato el proyecto al prever que ésta cuadriplicaría los problemas ya existentes. 

Una negativa al proyecto que generó un enfrentamiento entre los vecinos de la localidad, algunos de los cuales no dudaron en participar en la concentración frente a la Delegación de la Junta de Comunidades en Guadalajara el pasado verano. 

Al parecer también desde hace algunos meses, esta pequeña localidad de la Sierra Norte de Guadalajara habría sido escenario de diversos incidentes, como la rotura de alambradas y vallados de hueros, la apertura de naves para 'añadir' azúcar al depósito de algún tractor, o el sellado de cerraduras, lo que ha contribuido a enrarecer la convivencia. 

Tras esta dimisión, el pequeño municipio se ha quedado con un único concejal, y debido a que Martín y Barahona fueron los únicos componentes de la lista electoral del PP, no hay nadie más que pueda sucederlos. Una situación de la que ahora se informará a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, la administración competente, para que se proceda al nombramiento de una comisión gestora cuyo presidente asumirá las funciones de la Alcaldía hasta el final de la legislatura. 

De este modo la localidad se continuará gestionando hasta las próximas elecciones de mayo de 2019. 

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