La mezquita hallada en La Higueruela es la primera que se documenta en la provincia de Albacete y la única rural en la región.

ALBACETE.- La segunda campaña de excavaciones en el yacimiento de La Graja (Albacete) concluye con el hallazgo de una mezquita del siglo XI. Se trata de la primera documentada en la provincia y la única de carácter rural conocida en Castilla-La Mancha.

Un descubrimiento "excepcional", puesto que hasta ahora únicamente se conocían las mezquitas ubicadas en Toledo, lo que hace de esta localizada en La Higueruela un hallazgo importante.

Y es que la mezquita de La Graja se emplaza en medio de un gran espacio vacío, a modo de plaza, que se abre en el centro del despoblado en el que convergen algunas de las calles que articulaban la trama urbana. Algo que lleva a los expertos a deducir que su construcción se remonta a una fase temprana de la historia del asentamiento.

Se trata de un edificio canónico dentro de los tipos de mezquitas rurales andalusíes, compuesto por una sala de oración de planta rectangular. En uno de los muros largos, el orientado hacia el sureste en dirección a La Meca, estaría la quibla, la cual se identifica por la presencia de un nicho, el mihrab, junto al que se abre la puerta de entrada desde el exterior.

El edificio está fabricado en su totalidad con mampostería trabada con mortero de tierra, y aunque todavía no se ha podido excavar su entorno, la prospección superficial ha revelado que al muro occidental del oratorio se le adosó una estancia. Frente a la puerta de acceso desde la calle existía un patio cercado, a modo de espacio de respeto, y se baraja la posibilidad de que en sus proximidades pudieran localizarse enterramientos, algo que se comprobará en futuras campañas.

Este tipo de edificios fue relativamente común en Al-Ándalus, pero tras la conquista cristiana la mayoría de ellos fueron demolidos. Por su parte los pocos que se han conservado, son aquellos que pervivieron en algunas ciudades profundamente transformados y convertidos en iglesias. Un fenómeno aún más acusado en el caso de las mezquitas rurales, que casi desaparecieron por completo, como han detallado los responsables de las excavaciones.

Por ello se considera que se trata de un hallazgo excepcional para el patrimonio cultural de Castilla-La Mancha en general, y de la provincia de Albacete en particular, que hasta ahora no contaba con un solo ejemplo de la evidencia material de los andalusíes que vivieron en esta zona durante más de seis siglos.

Se pone así el colofón a una segunda campaña de excavaciones que daba comienzo en 2020, con el impulso de la Diputación Provincial de Albacete. Unos trabajos dirigidos por el investigador del CSIC-Escuela de Estudios Árabes, Pedro Jiménez Castillo; el profesor José Luis Simón García, miembro del Instituto de Estudios Albacetenses 'Don Juan Manuel', y el investigador de la Universidad de Alicante, José María Moreno Narganes.

Una iniciativa que nacía en el año 2020, con el apoyo económico de la Institución Provincial, de la mano del Ayuntamiento de la localidad y la participación de la Fundación Iberdrola, a los que se ha sumado en este 2021 la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

Uno de los directores de la excavación acompañó a Rodríguez y Cabañero en la visita.

El presidente de la Diputación Provincial de Albacete, Santiago Cabañero, acompañado por la consejera de Educación, Cultura y Deportes, Rosa Ana Rodríguez, visitaban el pasado jueves el yacimiento, y subrayaba los "caminos reales de crecimiento para el medio rural" que abre este hallazgo, puesto que "es imposible deslocalizarlos" y generan oportunidades conforme avanzan.

Cabañero aprovechaba para destacar el compromiso de la Diputación por seguir apoyando la investigación arqueológica como "un valioso instrumento con el que poniendo en valor nuestra historia, nuestras raíces y nuestro patrimonio podamos dibujar más oportunidades de futuro".