TOLEDO.- Disparaba a los viandantes desde la ventana de su casa, criaba animales en pisos ocupados y ocultaba 1.500 plantas de marihuana. La Guardia Civil ha detenido a un peligroso delincuente y a su pareja por atemorizar a los vecinos de Alcabón, una pequeña localidad de 700 habitantes situada en la provincia de Toledo.
El instituto armado le ha imputado la autoría de los presuntos delitos de homicidio en grado de tentativa, amenazas, tenencia ilícita de armas, usurpación de bien inmueble, cultivo y elaboración de sustancias estupefacientes y defraudación del fluido eléctrico.
La investigación comenzó a principios del mes de septiembre, cuando el criminal disparó a una familia que circulaba con un vehículo por su calle. Previamente, habían protagonizado incidentes similares, generando una gran alarma social entre los vecinos, que tenían una sensación total de inseguridad.
Con el desarrollo de las pesquisas, la Benemérita averiguó que la pareja vivía en un edificio de varias viviendas, todas ocupadas y utilizadas por ellos. Una como lugar de residencia, otras se dedicaban al cultivo de marihuana en modalidad indoor y las restantes como criaderos para sus animales, entre los que se encontraba un búho real que poseían de manera legal.
Por todo, el pasado 14 de diciembre se llevó a cabo la entrada y registro en el bloque de viviendas. Dada la peligrosidad que había mostrado esta persona, se precisó el apoyo de la Unidad Especial de Intervención de la Guardia Civil.
El ahora detenido, al percatarse de la presencia policial, esgrimió por la ventana un arma larga de fuego, disparando contra los agentes y teniendo estos que repeler la agresión.
Los agentes respondieron disparando a partes no vitales del hombre, que se encuentra ingresado en el Hospital Universitario de Toledo bajo custodia policial. Está previsto que este jueves preste declaración ante el juez en el centro hospitalario.
Los investigadores inspeccionaron las distintas viviendas del edificio, que se encontraban en unas pésimas condiciones de habitabilidad, con sangre, excrementos y otros restos orgánicos en todas las estancias. Pese a ello, los detenidos vivían en el bloque con su hija, de unos cinco años de edad, quien ha quedado bajo custodia de un familiar.
En la inspección, se incautaron 1.570 plantas de marihuana repartidas en tres cultivos indoor en avanzado estado de floración, además de cuarenta gramos de cogollos, una escopeta, tres armas de aire comprimido, un machete de grandes dimensiones y numerosa munición.
La operación Kikalbon-Alharaca ha contado con la participación del Grupo Ceres de Unidad Orgánica de la Policía Judicial de Toledo, así como del Grupo de Información de la Comandancia Provincial. También han contado con la colaboración de la Unidad Especial de Intervención, una unidad canina, agentes del Seprona y de Seguridad Ciudadana.
