Toledo retoma la ordenanza para limitar los apartamentos turísticos y buscar el "equilibrio" con lo residencial

Según los datos oficiales son 286 los apartamentos turísticos con licencia en el casco histórico de Toledo -que cuenta con un parque total de 7.000 viviendas-, aunque en la práctica son muchos más en los que se ejerce esta actividad de forma ilegal.
Hasta la aprobación de la nueva ordenanza la concesión de licencias de apartamentos turísticos queda paralizada. | CONSORCIO TOLEDO
photo_camera Hasta la aprobación de la nueva ordenanza la concesión de licencias de apartamentos turísticos queda paralizada. | CONSORCIO TOLEDO

TOLEDO.- El final del año es momento de hacer balances, pero también de plantearse buenos propósitos de cara a los doce meses que están por venir. Algo que desde el Ayuntamiento de Toledo ha hecho este lunes su alcaldesa, Milagros Tolón, quien además de poner en la balanza lo sufrido en este segundo año de pandemia y de fenómenos meteorológicos adversos, y lo logrado en materia de recuperación, también ha aprovechado para poner sobre la mesa alguna de las líneas de la acción municipal para el 2022. Una de ellas la aprobación de la futura ordenanza de apartamentos turísticos, que deberá servir para buscar un "equilibrio" entre lo residencial y lo turístico.

Así lo ha anunciado Tolón, quien ha avanzado que en la próxima reunión de la Junta de Gobierno -prevista para el miércoles- se iniciará el correspondiente expediente.

Una tramitación que ya estuvo sobre la mesa y que la irrupción de la pandemia de covid-19 paralizó hace ya casi dos años. Ahora, con la reactivación económica en marcha -y también con 7,5 millones de euros procedentes de fondos europeos en el bolsillo para la puesta en marcha del Plan de Sostenibilidad Turística- se ha considerado oportuno retomar el asunto.

El objetivo será tratar de garantizar "un equilibrio", de modo que el crecimiento del turismo "no repercuta en la calidad de vida de los vecinos y vecinas del casco histórico".

De este modo se pretende que no se produzca una concentración de este tipo de alojamientos turísticos en unas determinadas zonas de la ciudad, por lo que para cada una de ellas se establecerá un porcentaje máximo de ellas, el cual una vez alcanzado impedirá la puesta en marcha de nuevas viviendas o apartamentos de uso turístico.

Y es que según Tolón, en estos momentos en el casco histórico de Toledo hay un total de 286 apartamentos turísticos, después del "boom" de petición de licencias registrado en 2019. Un dato que hace referencia a las viviendas que cuentan con licencia para ejercer esta actividad, aunque en la práctica son muchas más las que la desarrollan sin contar con las preceptivas autorizaciones ni exhibir por tanto el distintivo obligatorio que establece la normativa autonómica de ordenación de los apartamentos turísticos y viviendas de uso turístico en Castilla-La Mancha (decreto 36/2018, de 29 de mayo).

No obstante, y teniendo únicamente en cuenta los datos oficiales de licencias municipales expedidas, el gobierno de Milagros Tolón que son ya cifras suficientes para abordar una normativa que ponga límites a la proliferación de estos negocios en un barrio como el casco histórico de Toledo, en el que hay un total de 7.000 viviendas. De ellas, según la alcaldesa, 1.300 se encontrarían vacías, un dato -dice- que le llamó mucho la atención del estudio llevado a cabo en su momento por el Consistorio.

La nueva ordenanza se redactará en breve y regulará, entre otras cuestiones, la ubicación de las viviendas de uso turístico. Así, se contempla que no puedan ocupar edificios por completo, y que solo puedan estar situadas en bajos o como máximo en un primer piso, de modo que puedan tener una salida directa a la calle, evitando así molestias a los vecinos.

Un texto que se prevé entre en vigor a lo largo del próximo año, pero que desde que se inicie el expediente -este miércoles, 29 de diciembre- paralizará la tramitación de toda licencia que se solicite o que se encuentre en estudio, ya que no se resolverán hasta que la nueva ordenanza esté aprobada y en vigor, con el objetivo de que se adapten a ella.

Con la puesta en marcha de esta nueva ordenanza se tratará de hacer compatible el uso residencial con el turístico en el casco histórico, frenando así la salida de población que se ha producido en los últimos años y que en otras ciudades ha costado hasta un millar de habitantes en un solo año, como en el caso de Santiago de Compostela, tal y como ha recordado Tolón.

Una ciudad en la que también se intentó poner veto a la proliferación de apartamentos turísticos, y que finalmente hace unos meses se veía obligada a modificar la ordenanza aprobada tras varias sentencias judiciales en contra.

En el caso de Toledo, los técnicos municipales se encuentran trabajando ya en el texto de la ordenanza, fijándose en las redactadas en otras localidades, con el objetivo de plantear la mejor posible, de modo que se conjuguen los intereses de los residentes y de la actividad turística, y apostando por que la rehabilitación de viviendas pueda atraer a más vecinos al casco histórico y no únicamente a inversores -en apartamentos turísticos- como en los últimos años.

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