Una mujer comprando en un mercado. — EFE/ARCHIVO

TOLEDO.- Castilla-La Mancha cerró el año 2021 con un repunte del Índice de Precios de Consumo (IPC) del 7,6 por ciento en diciembre respecto al mismo mes del año anterior, el porcentaje más alto de las comunidades autónomas en tasa anual.

Según los datos publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), con respecto al mes de noviembre, los precios subieron en Castilla-La Mancha el 1,2 por ciento.

En tasa interanual, los grupos más inflacionistas en esta comunidad autónoma fueron el de la vivienda, con una subida del 29,4 por ciento; el transporte, con un aumento de los precios del 11,1 por ciento;  los alimentos y bebidas no alcohólicas que subieron el 5,3 por ciento; los hoteles, cafés y restaurantes, el 3,3 por ciento; la enseñanza el 1,5 por ciento; la medicina el 1,1 por ciento y el ocio y la cultura, el 1,0 por ciento.

En comparación con el mes anterior, la inflación en Castilla-La Mancha subió más en vivienda (6,5 por ciento); alimentos y bebidas no alcohólicas (1,4 por ciento); ocio y cultura (1,1 por ciento), y solo bajaron los precios en vestido y calzado (-2,0 por ciento) y transporte (-0,1 por ciento).

En el conjunto de España, el INE ha rebajado en dos décimas el dato de inflación al cierre de 2021 respecto a su avance de hace quince días, hasta situarla en el 6,5 por ciento, que aun así se convierte en la tasa más alta desde mayo de 1992.

El IPC correspondiente a diciembre refleja asimismo un aumento de un punto respecto a la cifra de noviembre (5,5 por ciento).

La subida de los precios en comparación con el último mes de 2020 vuelve a estar marcada por el fuerte encarecimiento de la electricidad, tal y como ha ocurrido en los últimos meses, a la que se han sumado otros componentes como la alimentación y el segmento de hoteles, cafés y restaurantes.

Concretamente, la electricidad se disparó un 72 por ciento en tasa interanual, en contraste con el repunte de noviembre, cuando aumentó un 46 por ciento; sin tener en cuenta las bajadas de impuestos sobre la luz, la subida sería del 96,8 por ciento.

En el apartado de energía y combustibles, el gas natural se incrementó en un 11,3 por ciento, exactamente el mismo porcentaje que un mes antes, y tanto el gasóleo como la gasolina se ralentizaron en diciembre hasta cerrar el año en el 24,6 y el 23 por ciento, respectivamente.

Los alimentos y bebidas no alcohólicas se encarecieron un 5 por ciento, casi dos puntos por encima del dato de noviembre, con notables subidas en legumbres y hortalizas, pan y cereales y carne.

Los precios en hoteles, cafés y restaurantes crecieron, por su parte, un 3,1 por ciento, una evolución al alza relacionada con la caída de los servicios de alojamiento hace un año por la pandemia.

Además de la electricidad, los productos que más subieron en 2021 fueron los combustibles líquidos (45,4 por ciento), el butano y el propano (33,3 por ciento), los hoteles y hostales (31,9 por ciento), otros aceites (30,5 por ciento) y el aceite de oliva (26,7 por ciento).

Del lado contrario, las caídas más notables las protagonizaron peajes y aparcamientos (22,5 por ciento), seguidos por teléfonos móviles (5,1 por ciento), transporte de pasajeros por mar (3,6 por ciento) y otros soportes informáticos (2 por ciento).

El IPC general refleja una escalada continua desde el mes de febrero, cuando la inflación se situó en el 0,0 por ciento, para posteriormente ir subiendo al 1,3 por ciento en marzo; al 2,2 por ciento en abril; 2,7 por ciento en mayo y junio; 2,9 por ciento en julio; 3,3 por ciento en agosto; 4 por ciento en septiembre; 5,4 por ciento en octubre; 5,5 por ciento en noviembre, y finalmente el 6,5 por ciento en diciembre.

La inflación media del ejercicio 2021 alcanzó el 3,1 por ciento, lo que supone la cifra más alta en la última década.

Por comunidades autónomas, Castilla-La Mancha registró el mayor repunte de inflación en tasa interanual, por encima de Castilla y León (7,3 por ciento), Aragón (7,2 por ciento), Extremadura (7,1 por ciento) y La Rioja (7 por ciento); en el extremo contrario se situaron Ceuta y Canarias, con subidas por debajo del 6 por ciento.

También aumentó de forma significativa la inflación subyacente -indicador en el que se excluyen los precios de los alimentos no elaborados y los productos energéticos-, que acabó diciembre con una tasa del 2,1 por ciento, cuatro décimas más que el mes anterior y un nuevo máximo desde marzo de 2013.

En tasa mensual, el IPC de diciembre se situó en el 1,2 por ciento, cuatro veces más que en noviembre (0,3 por ciento).

En cuanto al IPC armonizado, que permite hacer comparaciones con otros países, cerró en el 6,6 por ciento el año, 1,1 puntos por encima del dato de un mes antes.