TOLEDO.- El joven que agredió a un medico en la localidad toledana de Camarena y fue condenado a una pena de 15 años no irá a la cárcel porque la Audiencia provincial ha aplicado la eximente de responsabilidad debido a que se encontraba bajo los efectos de las drogas en el momento de los hechos.
El suceso se remonta a junio de 2018 cuando el joven, que entonces tenía 29 años, agredió de madrugada a su padre, a un guardiacivil y al médico de Urgencias que acudió a atenderlo en una vivienda ubicada en la calle Cura de Camarena.
Cuando el médico llegó para atender al progenitor por las lesiones ocasionadas por el hijo, este no se encontraba en la vivienda, pero posteriormente regresó y golpeó al sanitario con una barra de hierro, provocándole un traumatismo craneoencefálico.
En la sentencia, la Sección Segunda de la Audiencia provincial ha tenido en cuenta el informe pericial forense acerca del estado del agresor cuando ocurrieron los hechos y la jurisprudencia que existe a tal efecto, concluyendo que el acusado tenía sus facultades intelectivas y volitivas "afectadas de forma severa".
El tribunal ha considerado que el acusado se encontraba en estado de "intoxicación plena" por el consumo de alcohol, cocaína y cannabis -entre otras- que "le impidieron comprender la ilicitud de los hechos que cometía y controlar sus impulsos".
Un estado que "no fue buscado a propósito" para cometer el delito debido a que el acusado estaba diagnosticado de trastorno de dependencia mixta de alcohol y drogas. Por aquel entonces, el condenado se encontraba bajo tratamiento y cuando consumía se ponía "más violento", aunque los jueces han tenido en cuenta que "nunca había sufrido una reacción tan desorbitada como la del día de autos".
Por todo ello, la Audiencia provincial ha llegado a la conclusión de que, pese a ser el autor material de los hechos, no puede atribuirle la responsabilidad criminal por concurrir en su conducta la exención por intoxicación plena y falta de propósito.
El Código Penal contempla que al aplicar la eximente completa no cabe imposición de pena alguna y entran en juego las medidas de seguridad, en concreto de internamiento en centro de desintoxicación público o privado sin que dicho internamiento pueda exceder del tiempo que habría durado la pena privativa de libertad.
Con todo, el procesado no ha sido condenado a pena de cárcel y sí al internamiento durante un máximo de 15 años y, además, en concepto de responsabilidad civil deberá pagar una indemnización al médico agredido de 800.000 euros por las lesiones, secuelas, perjuicio personal particular, daño emergente y lucro cesante que le han sido ocasionados.
También deberá pagar pequeñas cantidades por las lesiones a una agente de la Benemérita y por los daños a vehículo oficial, así como las costas procesales.
El Colegio Oficial de Médicos de Toledo, que actuó en el juicio como acusación popular, ya ha anunciado que recurrirá la sentencia porque consideran que al acusado se le debe aplicar una eximente incompleta y compatibilizar la imposición de la medida de seguridad con una pena de prisión, aunque sea atenuada, y que se aprecie el delito de atentado respecto al médico al estimar que en el momento de la agresión era plenamente consciente de lo que hacía.
