Golpe a una organización criminal que cometió 31 robos en camiones en Castilla-La Mancha y Madrid

La Guardia Civil ha detenido a diecisiete personas y ha recuperado 200.000 euros en material sustraído. Sus miembros contaban con numerosos antecedentes.

TOLEDO.- La Guardia Civil ha desarticulado a un importante grupo criminal especializado en el robo de mercancía en camiones y naves industriales que operaba en las principales vías de comunicación de Castilla-La Mancha y la Comunidad de Madrid.

Según informa la Comandancia de Toledo en nota de prensa, la operación 'Capps-5' se ha saldado con la detención de diecisiete personas y la investigación de otras cuatro por la comisión de 31 delitos. Además se han recuperado 200.000 en material robado.

La investigación comenzó el pasado mes de diciembre a raíz de del robo de la mercancía de dos tráileres estacionados en un área de servicio de la autovía A-5 en la localidad de Casarrubios del Monte.

Tras las primeras informaciones, los agentes del puesto de Valmodajo constataron que se trataba de un grupo organizado que habría consumado otros robos semejantes en las localidades toledanas de Santa Cruz de Retamar, Santa Ollala o Cazalegas.

Esta banda actuaba principalmente en las vías de comunicación que rodean la villa de Madrid, como la M-40 o la M50, además de las autovías A-3, A-4, A-5 y A-42, llegando hasta zonas de estacionamiento de camiones en Cuenca y Toledo.

Utilizaban hasta cuatro camiones pesados (de 7.500 kilos) para transportar la mercancía sustraída, además de turismos como lanzaderas para dar protección y evitar la acción de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Para ello, lo primero que hacían era comprobar las áreas de estacionamiento con más afluencia o con carga de interés. Una vez tenían hecha su selección, un grupo de entre cinco y diez personas se dirigían al remolque elegido, cortaban la lona y extraían el material, que podía ir desde productos alimenticios hasta electrodomésticos.

Esta mercancía la movían rápidamente a su camión y la trasladaban a una zona segura donde aguardaba hasta conseguir una salida en el mercado a través de la reventa de distintos receptadores.

Este grupo criminal estaba asentado íntegramente en la capital de España, concretamente en el barrio de Puente de Vallecas y la Cañada Real Galiana, donde tenían localizada y desarrollada su infraestructura para cometer los ilícitos penales.

Sus componentes estaban perfectamente organizados, con las tareas bien distribuidas y con una amplia experiencia. Los miembros tienen un extenso historial en la comisión de delitos contra el patrimonio, con una gran cantidad de antecedentes en hechos similares, contabilizándose entre todos ellos más de 90 detenciones y más de 600 hechos delictivos.

El último delito antes de ser detenidos lo cometieron en el interior de una nave industrial de la localidad madrileña de Arganda del Rey, donde se almacenaban tuberías de cobre para instalaciones de aparatos de aclimatación.

En él, los presuntos autores aprovecharon las horas nocturnas para forzar los cierres e introducir sus propios vehículos en la instalación para cargar la mercancía, llegando a sustraer 368 mangueras de cobre por un valor aproximado de 90.000 euros.

A las pocas horas de producirse este robo, los agentes ya tenían indicios suficientes para llevar a cabo la explotación de la operación y detener a un total de diecisiete personas e investigar a otras cuatro, con el apoyo de la Policía Municipal del distrito de Puente de Vallecas en Madrid

Además de recuperar el material robado en su último ilícito, los agentes intervinieron dos camiones. Tanto los detenidos como los distintos efectos fueron puestos a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Guardia de Illescas.

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