García-Page pide no "cebarse" con el rey emérito para "no seguir el juego a quienes atacan la institución monárquica"

Además de valorar que Juan Carlos I no merece "ensañamiento" por algunas de sus actuaciones "criticables", el jefe del Gobierno de Castilla-La Mancha también ha defendido la actuación "con sentido común" de Felipe VI.
El rey Felipe VI junto al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, durante una recepción en la Zarzuela. - ARCHIVO
photo_camera El rey Felipe VI junto al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, durante una recepción en la Zarzuela. - ARCHIVO

TOLEDO.- El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, considera que el regreso del rey emérito a España es "una visita privada" y que aun siendo algunas de sus actuaciones "criticables", en referencia a sus escándalos de negocios opacos, no merece "ensañamiento", más aún teniendo en cuenta "su perfil político y su aportación a la historia de España".

Así lo ha señalado este viernes, preguntado por la expectación generada por la llegada del rey Juan Carlos a Sanxenxo para asistir a las regatas, el jefe del Ejecutivo castellanomanchego ha defendido la actuación que está teniendo el rey Felipe VI, "con sentido común" y "priorizando los intereses del país" por delante de cualquier otra circunstancia, algo "especialmente doloroso cuando hablamos de temas familiares y personales", ha apostillado.

Para García-Page era evidente la expectación y controversia que iba a generar el regreso del rey emérito a España, lo cual "explica por qué decidió ausentarse, para no haber estado así estos dos años hasta que no se ha producido un cierre de las causas abiertas en la Fiscalía", ha justificado.

No obstante, y a pesar del "ruido" que está generando, considera también evidente que no podía regresar "de manera clandestina", con 180 medios siguiéndole de un lado a otro, aunque -ha precisado- se trata de una visita "básicamente de carácter privado", motivada por "una de sus aficiones". Un detalle en el que, por otra parte, ha asegurado que "no entraría".

Al margen de esto, y respecto a las numerosas voces que consideran que el rey emérito debería dar explicaciones, el presidente castellanomanchego duda sobre lo que piden exactamente, "incluso aunque sean dirigentes políticos muy cercanos a mí", ha precisado. Y es que, según ha recalcado Page, "tendrá que explicar lo que ha explicado ya en los tribunales, porque no puede decir cosas distintas a lo que ha dicho", algo que no se está teniendo en cuenta.

A partir de ahí, ha insistido, "el juicio de la historia, el juicio de la gente, va separado", puesto que "incluye aunque haya exoneración judicial, el que ya le ha condenado de antemano, le ha condenado".

Por todo ello el presidente castellanomanchego considera que "hay que respetarlo", convencido de que su regreso a España es noticia "porque es una excepción que venga", de modo que "si viene con más asiduidad, dejará de ser la misma noticia".

García-Page asegura respetar a quienes critican algunas cosas que se han dicho sobre el rey o situaciones que haya podido protagonizar, las cuales "evidentemente son criticables", pero subraya la diferencia que hay entre criticar y "cebarse".

En este sentido ha señalado que "pudiendo merecer crítica, lo que no merece es enseñamiento", ni él ni nadie -ha continuado- pero en su caso menos, "considerando su perfil político y su aportación a la historia de España". Algo, por otra parte, que "no justifica para nada su actuación en la vida privada", ha apostillado.

Por último, el presidente de Castilla-La Mancha ha asegurado no estar dispuesto a "seguir el juego" a quienes utilizan "este problema" no tanto para atacar a la figura del rey Juan Carlos como a la institución monárquica. Ataques a los que no ve sentido, puesto que "el debate no es siquiera monarquía o república", sino que "estamos siendo coherentes con la norma que nos hemos dado, la Constitución española", a la cual -ha precisado- "se está atendiendo el rey Felipe".

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