TOLEDO.- Los centros educativos de Castilla-La Mancha podrán reorganizar su actividad lectiva durante los próximos días debido a la ola de calor con el fin de evitar la sobreexposición de los alumnos a las altas temperaturas previstas.
Así lo ha trasladado la Consejería de Educación, Cultura y Deportes en un documento remitido a la dirección de los centros educativos, en el que se recoge una serie de recomendaciones para que estos, en base a su autonomía, puedan variar la planificación.
Se trata de recomendaciones elaboradas desde el servicio de emergencias 112 de Castilla-La Mancha para que se tengan en cuenta debido a las altas temperaturas previstas para los próximos días, en las que también se recogen medidas para el resto de la población.
Recomendaciones entre las que se encuentran evitar las salidas y actividades en las horas más calurosas, especialmente entre las dos y las seis de la tarde, y especialmente actividades físicas como la práctica deportiva. Si fuera necesario hacerlo, recomiendan buscar la sombra, llevar agua y ponerse un sombrero. Además se debe utilizar ropa ligera y amplia, de color claro y algodón preferiblemente.
Para los niños de 0 a 4 años se recomienda que beban mucho líquido, vayan vestidos con ropa clara y ligera, y que no se les deje nunca solos en automóviles al sol o con las ventanillas cerradas.
Por otra parte, recomiendan beber líquidos en abundancia, también sin tener sed, evitar comidas copiosas e informarse del estado de salud de las personas mayores que viven solas o tienen una situación de fragilidad o dependencia.
Y es que, recuerdan desde el 112, la exposición a altas temperaturas como las que se esperan para los próximos días constituye una agresión para el organismo y existe el riesgo de deshidratación, así como al agravamiento de enfermedades crónicas o a sufrir un golpe de calor.
En este sentido, recomiendan estar atentos ante posibles síntomas como calambres musculares en brazos, piernas o vientre y agotamiento. Si aparecen, es necesario suspender toda actividad durante varias horas, refrescarse, descansar en un lugar fresco y beber agua y zumos de frutas. Si los síntomas persisten o se agravan, habrá que acudir al médico.
El golpe de calor puede sobrevenir cuando el cuerpo no llega a controlar su temperatura, que aumenta entonces rápidamente, y se detecta por una agresividad desacostumbrada; piel caliente, roja y seca; dolores de cabeza, náuseas, somnolencia y sed intensa, y confusión, convulsiones y pérdida de conocimiento.
Deportistas, trabajadores manuales expuestos al calor, lactantes, mayores y personas con alguna minusvalía o enfermedad crónica son particularmente sensibles a los golpes de calor.
En caso de presenciarlo hay que pedir ayuda al 112 y mientras tanto hay que llevar a la persona a un lugar fresco, hacerle beber, quitarle la ropa, rociar el cuerpo con agua fresca o con sábanas húmedas y provocar corrientes de aire.
