Villarrobledo rescata del olvido a cuatro de sus vecinos deportados a campos nazis y los recibe en su regreso a casa

La asociación cultural 'La Encantá' en colaboración con ARMH Cuenca ha colocado placas frente al lugar donde vivieron Julián Pérez, Camilo Giménez, José María Lara y Jesús Melero.
Cuatro placas recuerdan ya a los vecinos de Villarrobledo quiénes fueron Julián, Camino, José María y Julián.
photo_camera Cuatro placas recuerdan ya a los vecinos de Villarrobledo quiénes fueron Julián, Camino, José María y Julián.

ALBACETE.- La localidad albaceteña de Villarrobledo ha dado la bienvenida en su 'regreso' al que fuera su hogar a cuatro de sus vecinos que fueron deportados a campos nazis en los años 1940 y 1941.

Una placa frente a los que fueran sus domicilios recuerdan y rinden homenaje a cuatro de ellos: Julián, Camilo, José María y Jesús, para que sus vecinos se interesen por saber quiénes fueron, qué les sucedió y que el olvido nunca vuelva a caer sobre ellos.

A iniciativa de la asociación cultural 'La Encantá' de Villarrobledo y en colaboración con ARMH Cuenca, este sábado se ha procedido a la instalación de las placas, tras haber recibido el visto bueno a la iniciativa por parte del alcalde de la localidad, el popular Simón Valentín Bueno.

Placas que recuerdan a Julián Pérez Parrón, nacido en marzo de 1914 y deportado el 13 de diciembre de 1940, quien consiguió sobrevivir al infierno del campo de concentración de Mauthausen. Fue trasladado a Gusen, donde trabajó en la enfermería del campo y fue liberado en mayo de 1945. Se instaló en Austria, donde vivió hasta su muerte en 1982.

A Camilo Giménez Recacha, nacido el 16 de septiembre de 1918. Vivía en la travesía Estrada 2, donde una placa ya le recuerda. Fue deportado el 7 de abril de 1941 a Mauthausen y gaseado en el vecino castillo de Hartheim el 10 de septiembre de 1941.

Así como a su compañero en la marcha al exilio, José María Lara Buendía, quien marchó de Villarrobledo cuando tenía 17 años y estuvo en Mauthausen casi 5 años.

También una placa recuerda ya a Jesús Melero Moya, nacido el 8 de enero de 1908, deportado a Mauthausen el 3 de marzo de 1941 y gaseado también en el castillo de Hartheim el 29 de septiembre de 1941.

Más de 80 años después de que salieran de España tras la caída de la República en 1939, de pasar por campos de concentración franceses, verse envueltos en las sacudidas de la II Guerra Mundial y finalmente cruzar las puertas de Mauthausen que se cobró miles de vidas republicanas, vuelven a casa.

Un homenaje que daba comienzo, precisamente, en otra de las actuaciones llevadas a cabo por ARMH Cuenca en Villarrobledo, donde en el año 2012 se procedió a la instalación el 'Cubo', sobre una fosa común de Los Barreros, en el que se recordaban los nombres de los 312 represaliados de la localidad albaceteña por la dictadura franquista.

Una colaboración con iniciativas que parten de otros colectivos en las que esta asociación está encantada de participar, aunque no siempre tienen la misma respuesta positiva.

En este sentido, recuerdan que llevan ya más de un año tratando de conseguir la autorización por parte del vecino ayuntamiento de El Provencio la autorización para instalar una placa en recuerdo de Joaquín López Alarcón, deportado de dicho municipio. Una petición frente a la que únicamente encuentran la "enconada negativa" de su alcalde, Julián Barchín Flores, también del PP, quien llegó a tildar de "postureo" la iniciativa.

De ahí que en este caso de Villarrobledo, sea para la asociación una satisfacción que "un alcalde vecino, y del mismo partido, tenga una percepción tan alejada de la del señor Barchín". Y es que, subrayan, "en 13 kilómetros los compromisos por la memoria democrática se diluyen de una forma asombrosa, de la obstrucción y la negación altanera a algo más normal en democracia".

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