ALBACETE.- Con motivo del 80 aniversario de la entrada en combate de la División Azul en el frente ruso y bajo el título 'El eco de la División Azul: Novedades bibliográficas sobre la campaña española contra el comunismo', se ha programado para este martes, 12 de octubre, una conferencia-coloquio con la que se pretende exaltar el papel desempeñado por los 'voluntarios españoles de Hitler'.
Un acto programado por la Hermandad de la División Azul de Albacete, que tendrá como escenario los salones del Casino Primitivo, y en el que está prevista la intervención de los historiadores Carlos Caballero Jurado -autor del libro 'La División Azul' (2019)- y Francisco Torres García -autor de 'Soldados de Hierro. Los voluntarios de la División Azul' (2014) y 'Franco o la venganza de la historia' (2000), entre otros-.
Una conferencia -abierta a todo el público interesado- que ha suscitado gran indignación, al considerar que se trata de "una vejación a las víctimas del nazismo" y especialmente a los albaceteños muertos en los campos nazis.
Así lo han denunciado desde Izquierda Unida, el Partido Comunista de Castilla-La Mancha y el Foro por la Memoria, que exigen al Casino Primitivo de Albacete la retirada de este acto.
En un comunicado señalan que "no se puede estar orgulloso de una división de la Wehrmacht que sometió a Europa bajo la bota del tercer Reich, olvidar a las víctimas de la deportación" y al mismo tiempo no ser objeto de crítica democrática.
Consideran que "la ignorancia o la insensibilidad democrática" no pueden ser excusa para "blanquear" las ideas criminales que devastaron Europa, ya que "voluntaria o involuntariamente son testimonio de homenaje y renovación pública del compromiso de los divisionarios que participaron en esa guerra de agresión que asoló Europa", subrayan.
Por ello, desde estas tres organizaciones piden de forma pública al Casino Primitivo de Albacete que no permita ese desprecio a los valores democráticos justificando lo que significó el tercer Reich, puesto que esos valores "están por encima de partidos y creencias religiosas, y son para todos los ciudadanos", apostillan.
Y es que, recuerdan, los miembros de la División 250 de la Wehrmacht, más conocida como la División Azul, "hicieron un juramento de lealtad a Adolf Hitler, al igual que la resto de soldados y cargos del Ejército alemán que ayudaron a esclavizar a Europa" bajo el nazismo.
Muchos de ellos, apuntan, "ya estaban acostumbrados a romper juramentos de lealtad", puesto que ya se habían sublevado contra el gobierno elegido de forma democrática en España en febrero de 1936. "Las mismas esvásticas adornaban su uniforme y servían a la misma maquinaria bélica que asesino a millones de personas entre 1939 y 1945", apostillan.
Por ello consideran que para los 93 albaceteños muertos en la deportación nazi, "cualquier unidad del ejército alemán era símbolo de dolor y de esclavitud de miles de hombres, mujeres y niños", procedentes muchos de Albacete capital, pero otros naturales de Caudete, Munera, Yeste, La Gineta, Villarrobledo, La Roda, Casas de Juan Núñez, Tobarra, Villalgordo del Júcar, hellín, Almansa, Salobre, Fuentealbilla, Casas de Ves, Navas de Jorquera, Ontur, Mahora, Alcalá de Júcar, El Bonillo, Molinicos, Casas Ibáñez, Elche de la Sierra, Cenizate o Letur. Exigen así a los miembros de la hermandad que defiende a la División 250 que "pidan perdón a las víctimas de la represión nazi".
Desde estas organizaciones consideran que agitar la actuación de la URSS en su política internacional o el anticomunismo para defender una guerra de agresión es "un acto de cinismo insoportable", y no es excusa para justificar actos criminales como fueron la ejecución de partisanos españoles y rusos que combatieron en las filas soviéticas.
En este sentido, subrayan que la División Azul participó en un 'crimen contra la paz', una guerra de agresión, algo perseguido en la legislación internacional, y lo hizo "voluntariamente, fuera de toda duda".
Recuerdan que una vez en combate esta unidad "tuvo la responsabilidad de todas las acciones cometidas en su jurisdicción", participó en el "bloqueo por hambre" al que fue sometido Leningrado y fue "parte necesaria y actor activo" en las agresiones a la población civil de la ciudad en la que "murieron cientos de miles de personas, muchos de ellos cristianos", precisan.
Por otra parte, subrayan que la División Azul "no perteneció nunca orgánicamente al Ejército español", sino que "debía lealtad al Führer de Alemania" y a diferencia de los soldados alemanes, los españoles que participaron en la División Azul "lo hicieron voluntariamente", en una guerra de agresión en la que murieron miles de personas.
Crímenes que "han sido condenados y perseguidos por las leyes y tribunales internacionales", por lo que la exaltación pública de los símbolos militares que sirvieron a esa maquinaria militar "ha sido prohibida y perseguida en toda la Europa democrática".
Por ello consideran que "la posible participación de militares en activo del Ejército español" en la exhibición de este estandarte constituye por sí mismo "un acto de humillación colectiva para la dignidad de todos los españoles, su estado democrático y su Ejército". "No debería ser motivo de orgullo, y menos orgullo exhibido en un acto público", apostillan.
Por último piden al alcalde de Albacete, Emilio Sáez, que tome partido en estos hechos. Apelan a su sensibilidad, puesto que "es la dignidad democrática lo que está en juego".
IU, el PCE y Foro por la Memoria de Castilla-La Mancha piden al alcalde socialista que "no se muestre pasivo, condescendiente o indiferente ante este acto", ya que ello supondría "una falta de respeto a la dignidad democrática de los ciudadanos".
Le instan así a actuar y pedir al Casino Primitivo de Albacete que no permita la celebración de dicho coloquio.
