Después de que el Ministerio de Industria se negara a dar luz verde al plan de viabilidad que presentó la empresa el pasado 22 de diciembre, que pretendía que la central acometiera una reconversión tecnológica de hibridación con biomasa, la junta de accionistas de Elcogas ha decidido cerrar las instalaciones de Puertollano de forma definitiva.
La decisión, que se ha tomado a última hora tras conocer la negativa del Gobierno en funciones, considera que el actual proyecto, en el que se mantendría la central termoeléctrica de ciclo combinado, es "inviable en las actuales condiciones".
Esta decisión ha tomado por sorpresa incluso a los trabajadores y a los miembros del comité de empresa, a los que no se le había comunicado la situación. El propio presidente del comité, José Antonio Alcaide, ha reconocido que se ha enterado "por la prensa". De todas formas, se ha mostrado "cauto", por lo que no hará valoraciones hasta ser informado por la dirección de Elcogas de los términos de la reunión.
Precisamente Alcaide ha explicado que este viernes está prevista una reunión en Puertollano con la dirección de Elcogas donde se informará de la decisión tomada por los accionistas y se abordará la segunda jornada de negociación del Expediente de Regulación de Empleo que afecta a toda la plantilla.
A pesar de los largos meses de intensa lucha de los trabajadores de Elcogas por mantener sus puestos, los 143 empleados que forman parte de la plantilla pasarán a formar parte de las colas de las oficinas de empleo. Este trágico final contrasta con la situación de hace unos meses, cuando se había conseguido una prórroga de tres meses para evitar el cierre.
Se habían hablado de muchas soluciones, incluso de regionalizar la empresa en última instancia. Desde el Gobierno regional, los sindicatos y varios partidos políticos se han propuesto formas de resolver el problema, pero el no rotundo del Gobierno de Rajoy ha terminado por sentenciar a la empresa.
