CUENCA.- Un total de 23 jóvenes, 17 de ellos en la localidad conquense de Villamayor de Santiago y otros 6 en Madrid, han tenido que ser confinados tras haber estado en contacto durante el pasado fin de semana en esta localidad de la provincia de Cuenca con otro joven, residente en la Comunidad de Madrid, que ha dado positivo en la prueba de COVID-19.
El Ayuntamiento de Villamayor de Santiago informaba este miércoles a través de su cuenta de Facebook que el joven contagiado les había comunicado que había dado positivo en una prueba PCR.
Por ello, y puestos en contacto con el centro de salud de la localidad, se procedía a realizar el rastreo de todas aquellas personas que tuvieron contacto con él durante el fin de semana, a pesar de que en todo momento -según explican desde el Ayuntamiento- el joven había llevado mascarilla.
De este modo se procedía a confinar como medida preventiva a todos los amigos que estuvieron en contacto con él, siguiendo lo establecido por el protocolo sanitario.
Así a los 17 jóvenes que se encuentran confinados en Villamayor de Santiago, se les ha comunicado desde el Hospital Virgen de la Luz de Cuenca que se les realizará la PCR entre los días 21 y 22 de julio, cuando hayan transcurrido diez días del contacto, para evitar de este modo "falsos negativos". Sin embargo, si antes de esa fecha alguno mostrase síntomas se les haría la prueba de forma inmediata.
Desde el Consistorio de esta localidad conquense se ha pedido a todos los vecinos, y especialmente a los jóvenes, "responsabilidad personal", puesto que en algunos comportamientos "parece que se está bajando la guardia" y "no debe ser así", ya que el virus sigue provocando contagios.
En este sentido, recuerdan que "hasta que no haya vacuna o tratamiento efectivo" se debe aprender a "convivir" con esta situación, para lo que se hace imprescindible mantener la distancia social, el uso de mascarilla y la higiene de manos, con jabón o gel hidroalcohólico. Algo que, a día de hoy, "son las mejores armas para parar este virus", apostillan.
No obstante, además del llamamiento a la responsabilidad individual de los vecinos, desde el Ayuntamiento y ante la "dificultad" que se ha detectado para mantener la distancia social en la actual ubicación del mercadillo que se celebra en la localidad los jueves, se ha decidido trasladar éste a partir del mes de agosto a una calle más amplia -Gustavo Torner-, donde habitualmente se desarrolla la feria.
Terminan su publicación en las redes sociales insistiendo en la petición de responsabilidad a los vecinos, así como a los responsables de establecimientos comerciales y hostelería. "No podemos bajar la guardia, hay que mantener la mayor prevención posible", recuerdan, "porque si no lo hacemos, volveremos para atrás".
Subrayan en este sentido la importancia de tomar precauciones especialmente en las reuniones de grupos de amigos o familiares, ya que "no puede haber besos ni abrazos" -recuerdan-, algo para lo que "ya tendremos tiempo cuando esto pase, que pasará", señalan desde el Ayuntamiento, convencidos de que "entre todos conseguiremos parar este virus".
