Una indemnización millonaria por negligencia en el parto que no dudarían en cambiar por recuperar la salud de Paula

La actuación negligente por parte del ginecólogo y la matrona ocasionaron graves secuelas a la niña, que sufrió un grave daño neurológico a consecuencia de la falta de oxígeno, tal y como recoge la sentencia.
Ascensión Parra ha explicado cómo es el día a día de su familia, diez años después de aquella negligencia médica.
photo_camera Ascensión Parra ha explicado cómo es el día a día de su familia, diez años después de aquella negligencia médica.

CIUDAD REAL.- Paula cumple este viernes diez años y desde su nacimiento se encuentra postrada en una cama, tetrapléjica, a consecuencia de una negligencia médica en el parto y que ha supuesto la indemnización de mayor cuantía en España por este motivo, en total 5,2 millones de euros. Una indemnización millonaria que la familia no dudaría en cambiar por recuperar la salud de su hija.

Así lo ha asegurado este jueves en una rueda de prensa ofrecida en Ciudad Real la madre de la pequeña, Ascensión Parra, quien acompañada por la presidenta de la Asociación El Defensor del Paciente, Carmen Flores, y el abogado del colectivo, Francisco Javier Fernández-Bravo, ha dado a conocer los detalles de esta sentencia que, tras llegar a un acuerdo entre las partes se ha hecho efectiva.

Un acuerdo entre la acusación particular y las aseguradoras del Sescam, Zúrich y Mapfre, que ha evitado que este proceso judicial por un delito de lesiones graves por imprudencia, y cuya sentencia condenatoria se conocía ya en enero de 2020, termine llegando al Supremo.

Hechos que se produjeron el 14 de octubre de 2012 en el Hospital Gutiérrez Ortega de Valdepeñas (Ciudad Real), tal y como ha relatado visiblemente emocionada la madre de Paula. Durante el parto, los facultativos le dijeron que su hija venía con una vuelta de cordón umbilical, pero no evitaron el sufrimiento de la niña, dejando que naciera por parto natural. Un proceder "absolutamente negligente" por parte del ginecólogo y de la matrona, tal y como explicó al conocerse la sentencia el abogado de la familia, ya que no se adoptaron las medidas necesarias para "solucionar la situación de pérdida de bienestar fetal, en orden a la finalización del parto y evitar un sufrimiento fetal irreversible".

Una actuación que hizo que la niña sufriera "un grave y severo daño neurológico" a consecuencia de la falta de oxígeno, causada por le descenso repetido y mantenido de la frecuencia cardíaca fetal.

La sentencia condenatoria establecía que, pese a las inequívocas señales de alarma en la evolución del parto, tanto el ginecólogo como la matrona, encargados del seguimiento y control del mismo, "apartándose de la pericia que les era exigible en atención a sus conocimientos", tuvieron un proceder "absolutamente negligente", al no adoptar las medidas necesarias para solucionar la situación de pérdida de bienestar fetal.

Negligencia que ocasionó graves lesiones a la pequeña. "Nos hizo cambiar radicalmente mi vida y la de mi familia, renunciando a poder hacer una vida normal", ha explicado Ascensión Parra, quien ha precisado que la situación de Paula no solo les afectó a ella y a su marido sino también a sus otros hijos, "que en este tiempo han perdido su infancia, porque nunca, desde entonces, podemos dejar de estar con ella para darle los cuidados que necesita".

Ascensión ha explicado ante los medios cómo es el día a día de su familia, que debe prestar a Paula una atención continuada prácticamente durante todas las horas del día, aspirándola para evitar que las flemas acaben ahogándola, ante la posibilidad de que ella pueda expulsarlas por sí misma.

Numerosas son las atenciones que precisa la niña, entre ellas fisioterapia respiratoria al menos cuatro veces por semana, imprescindible para que la niña "pueda seguir viviendo", ha afirmado.

Además, la familia ha tenido que adaptar su vivienda, gastos todos ellos que han debido asumir a lo largo de esos diez años.

Asimismo, al crecer la niña su padre decidió dejar de trabajar para dedicarse a su cuidado, puesto que hasta entonces habían sido la madre y la abuela quienes se ocupaban de moverla para asearla. "Mi marido hace dos años que está conmigo en casa", ha explicado Ascensión, quien ya no puede contar con la ayuda de su madre para mover a la pequeña, por su edad y porque la niña cada vez pesa más.

Han pasado diez años y una condena por medio, pero hasta la fecha ninguno de los dos sanitarios que la atendieron aquel 14 de octubre le han pedido perdón. "Me da igual el perdón", ha asegurado la madre de Paula, "pero me hubiera gustado que me hubieran dicho que no fue aposta lo que sucedió, que fue una negligencia. No sé si hubiera podido perdonarles, porque sé que ellos sabían lo que estaba pasando y no hicieron nada por evitar lo que finalmente pasó".

Por su parte el abogado de la asociación que ha llevado el caso, Francisco Javier Fernández-Bravo, ha asegurado que tras destrozar la vida a la familia, esta sentencia "amortigua" un poco ese daño, "porque repararlo es imposible", ha apostillado.

Por su parte la presidenta de El Defensor del Paciente ha calificado como un "éxito muy grande" esta sentencia, al tiempo que ha reclamado la adopción de medidas para que este tipo de situaciones no se repitan en la sanidad pública.

Asimismo Flores ha reclamado que este tipo de sentencias conlleven la inhabilitación para los profesionales sanitarios y ha exigido a la justicia "más agilidad" a la hora de resolver estos casos.

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