TOLEDO.- Ocho jóvenes universitarios se reúnen cada semana en un club de lectura para compartir su pasión por la literatura de terror. Un día son cómplices de una broma de disfraces que termina en un fatídico accidente y un pacto de silencio. Un oscuro secreto que amenaza desvelar un escritor anónimo a través de una novela en la que uno a uno irán muriendo capítulo tras capítulo. Mientras desconfían unos de otros, el grupo emprende una lucha por la supervivencia en pleno campus universitario.
Estas son las claves del primer slasher español producido por Netflix, 'El club de los lectores criminales', que durante las últimas semanas se ha estado rodando en varias localizaciones de la ciudad de Toledo.
Concretamente esta semana eran los pasillos de la Facultad de Ciencias Jurídicas de Toledo, ubicada en el edificio de San Pedro Mártir, la que acogía al equipo de esta producción, dirigida por Carlos Alonso Ojea y guion de Carlos García Miranda, basándose en su propia novela.
Daniel Grao, Veki Velilla, Álvaro Mel, Priscilla Delgado, Iván Pellicer, Ane Rot, Carlos Alcaide, Hamza Zaidi y María Cerezuela forman parte del reparto que durante estos días ha vuelto a convertir en plató de cine la capital castellanomanchega y los pasillos de esta facultad toledana en testigo de las terroríficas amenazas de un payaso.
Brutal Media, en cuyo catálogo de éxitos se encuentran series como 'Bienvenidos a Edén' (Netflix) o largometrajes documentales como 'El caso Wanninkhof-Carabantes' (también para Netflix) o 'The End of the Storm' (Rakuten), es la encargada de la producción de 'El club de los lectores criminales' que próximamente estrenará la plataforma.
Un rodaje que visitaba la directora general de Turismo, Comercio y Artesanía del Gobierno regional, Ana Isabel Fernández, acompañada por el responsable de la Castilla-La Mancha Film Commission, Mike Villanueva, así como por el vicerrector de Internacionalización de la Universidad de Castilla-La Mancha, Raúl Martín, que ejercía de anfitrión en el edificio de San Pedro Mártir, sede de la Facultad de Ciencias Jurídicas de Toledo, donde se ha estado rodando esta semana.
Allí fueron recibidos por el director de producción, Antonello Novellino, junto al que conocieron algunos detalles de esta producción, que una semana antes llenaba de bomberos, policías y alguna ambulancia el también toledano Hospital de Tavera.
Una visita que el Gobierno regional aprovechaba para destacar su apuesta por facilitar la actividad audiovisual en Castilla-La mancha y consolidarla como un gran territorio de cine.
Y es que, tal y como destacaba Fernández Samper, además del rodaje y de la proyección internacional de los espacios en los que se desarrolla, es importante el impacto que la producción tiene sobre la ciudad. Así detallaba cómo todo el equipo ha estado alojado en la capital regional y se ha contado con varias empresas de la zona para diversas labores.
