Los dulces de Navidad en la mesa de los hogares tienen el sabor de Castilla-La Mancha

El mazapán es el dulce navideño por excelencia y no hay mesa en la que pueda faltar, pero la rica gastronomía de esta región llena los hogares de otros típicos dulces que también hacen la delicias de los paladares más exquisitos en estos días de encuentros familiares.
El mazapán de Toledo cuenta con Indicación Geográfica Protegida (IGP).
photo_camera El mazapán de Toledo cuenta con Indicación Geográfica Protegida (IGP).

TOLEDO.- Turrones, mantecados o bombones llenan las mesas de todos los hogares cuando llega la Navidad, un tiempo de reuniones familiares a las que pone la guinda el sabor dulce que dan los típicos postres navideños y el mazapán es uno de estos grandes protagonistas.

El nombre del mazapán, esa mezcla de almendra, azúcar y huevo, está íntimamente ligado a Toledo y, de hecho, esta variedad del mazapán cuenta con una Indicación Geográfica Protegida (IPG) que le otorga una garantía y certificación al producto elaborado en esta provincia.

El mazapán hecho en Toledo tiene un marcado carácter artesanal, se presenta en piezas de bocado y en distintas variedades, como las delicias de mazapán, habitualmente en figuras con forma de animal como las anguilas, que los cronistas explican por las anguilas que se criaban en el río Tajo hasta que desaparecieron en el siglo XIX y los confiteros toledanos copiaron su 'molde' para darle forma a base de la masa del mazapán.

Además, el origen del mazapán toledano está rodeado de leyendas que cuentan que fueron las monjas quienes, en un tiempo muy lejano ya y ante una situación de hambruna tras guerras, epidemias y sequías, idearon una manera de hacer un producto comestible a raíz de ingredientes sencillos.

Hoy día, hay casas en las que el mazapán se hace de manera artesanal pero también se ha convertido en un producto muy demandado en tiendas por parte de habitantes de la provincia toledana y de los visitantes que pasan o pernoctan en sus pueblos y ciudades.

Pero no solo el mazapán pone el toque dulce a la Navidad en Castilla-La Mancha, también el mantecado manchego ocupa un lugar en los hogares de esta comunidad autónoma realizado a base de productos naturales como la manteca, la harina, el azúcar, el zumo de naranja, rallado de limón y regado con anís.

El mantecado manchego es un dulce navideño que también es tradicional en Cuaresma y Pascua, como el rollo o rollito de vino, una rosquilla típica hecha a base de una mezcla de harina, azúcar, aceite de oliva, ralladura de limón, ajonjolí y aguardiente, pero sobre todo su ingrediente principal y el que le da nombre es el vino, así como es característico su recubrimiento de azúcar glas que lo tiñe blanco.

Toledo es al mazapán -unidos desde tiempos ancestrales- como la provincia de Albacete es al suspiro, un dulce también elaborado con almendras, clara de huevo y azúcar con una textura consistente que, sin embargo, se deshace en las bocas de los paladares más exigentes.

La almendra es, de igual forma, el contenido fundamental de otro dulce ligado a Castilla-La Mancha que se suele comer como postre en Nochebuena y no es otro que la sopa de almendras, con nata o leche caliente y almendras molidas.

Marquesitas, nevaditos y enaceitados completan, entre otros muchos, la lista de dulces típicos de la Navidad en Castilla-La Mancha, que si bien se comen durante todo el año en las mesas de cada casa en estas fechas no suelen faltar como postre para una comida suculenta junto a familiares.

La gastronomía de Castilla-La Mancha no solo es conocida por sus asados, perdices, sopas, pistos, carcamusas, migas o el gazpacho manchego, así como por su mundialmente conocido queso manchego o los caldos con los que se riegan estos manjares, sino que también tiene sus dulces singulares que en Navidad se convierten en un postre perfecto para las comidas familiares.

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