CIUDAD REAL.- El Gobierno de Castilla-La Mancha va a exigir que antes de abordar cualquier cambio de planteamiento en el modelo actual de los servicios sociales en España se salde la millonaria deuda que mantiene el Estado con las autonomías por la Dependencia.
Así lo ha señalado este lunes el jefe del Ejecutivo castellanomanchego, Emiliano García-Page, ante la "preocupación" que ha surgido a raíz de las iniciativas latentes en "algunos ministerios" en relación con la Dependencia, precisamente aquellos que "estuvieron escondidos" cuando la pandemia azotó las residencias y ahora pretenden "ponerlo cada vez más difícil" para abrir este tipo de recursos.
Lo ha señalado en la localidad albaceteña de Ossa de Montiel, durante la inauguración del Centro de Interpretación de las Lagunas de Ruidera, desde donde ha advertido al Gobierno de España que Castilla-La Mancha se posicionará en contra de que el Estado quiera poner condiciones "más duras" para abrir servicios públicos. Algo que, ha dicho el presidente regional, "está bien para las autonomías que no lo han hecho nunca, pero para los que llevamos años abriendo residencias y concertando con las privadas, no nos vengan a dar lecciones".
Además de ello, ha avanzado que antes de que pueda plantearse cualquier cambio "en el metabolismo de los servicios sociales", se va a reclamar el pago de "los cientos de millones que se deben a las autonomías" por la Dependencia. Una materia sobre la que está bien hablar, pero "la verdad es que no pagan y esto tiene que tener un límite", ha apostillado el presidente castellanomanchego.
