MADRID.- Felipe VI ha recibido este miércoles al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, en el Palacio de la Zarzuela, en el marco de la ronda de reuniones entablada por el jefe del Estado con los líderes autonómicos elegidos tras los comicios del 28 de mayo.
El rey ha saludado a García-Page en el salón de audiencias y tras posar ante los medios gráficos, le ha invitado a pasar a su despacho para mantener la conversación.
El dirigente castellanomanchego, que afronta su tercer mandato -el segundo en el que el PSOE tiene mayoría absoluta-, ha informado al jefe del Estado de los principales proyectos que pretende poner en marcha en los próximos cuatro años.
Asimismo podrían haber intercambiado impresiones sobre la situación política nacional, en puertas del debate de investidura del líder popular, Alberto Núñez Feijóo, y de la posibilidad de que se apruebe una ley de amnistía para que los partidos independentistas catalanes apoyen que Pedro Sánchez siga al frente del Palacio de la Moncloa.
Un encuentro sobre el que se ha pronunciado a través de las redes sociales el jefe del Ejecutivo castellanomanchego, quien ha calificado como "fructífera" la reunión con el rey, con el ha conversado "sobre el presente y futuro de Castilla-La Mancha". Al tiempo, precisa García-Page, que ha podido comprobar, una vez más, "su interés y cariño por nuestra tierra".
Asimismo, tras el encuentro que se ha prolongado durante una hora y media, García-Page ha destacado que, en un escenario donde las instituciones del Estado están "demasiado sometidas a tensión", el rey muestra que "tiene las cosas claras y altura de miras".
En la charla, además de informarle sobre sus principales proyectos para la región, han intercambiado impresiones sobre la situación política nacional, si bien el presidente castellanomanchego no ha desvelado lo comentado con el monarca.
"Cualquier circunstancia se puede interpretar e involucrar a la figura del rey", lo ha justificado en declaraciones a los medios en el exterior del recinto de La Zarzuela.
No obstante, de Felipe VI ha remarcado: "Es plenamente consciente de su papel institucional y de lo importante que es que una institución funcione con normalidad".
El único que los tres presidentes autonómicos del PSOE que gobierna con mayoría absoluta ha señalado que su objetivo durante su tercer mandato es aprovechar la "estabilidad" del Gobierno y de las instituciones de Castilla-La Mancha con el fin de servir de polo para atraer a empresas e inversiones.
"En nuestra región se pueden hacer cuentas más allá de un fin de semana", ha apostillado el dirigente socialista.
Felipe VI se ha interesado por la situación de los municipios de Castilla-La Mancha afectados por los últimos temporales, en especial, en la provincia de Toledo.
García-Page ha señalado que no se prevé que el rey visite alguno de ellos porque la mayor parte de los sitios afectados "están muy recompuestos".
La ronda con los presidentes autonómicos comenzó la pasada semana, en la que Felipe VI recibió a los de la Comunidad de Madrid, Asturias, Cantabria, Comunidad Valenciana, La Rioja y Región de Murcia.
El rey se ha visto este miércoles con el presidente de Aragón y el de Canarias y el próximo viernes lo hará con las de Navarra y Extremadura, además de con el de Ceuta.
