GUADALAJARA.- El toque de queda desaparecerá este domingo en Castilla-La Mancha junto al cierre perimetral, una vez que decaiga el estado de alarma. El Gobierno regional ha desistido finalmente de su intención inicial de mantenerlo, tras la invitación de los servicios jurídicos a no plantear pleito siquiera por considerar que tiene "alcance jurídico constitucional".
Así lo ha confirmado este viernes el jefe del Ejecutivo autonómico, Emiliano García-Page, quien durante la firma de un protocolo en materia de infraestructuras sanitarias que ha tenido lugar en Cifuentes (Guadalajara), ha lamentado que "ahora para defender nuestro derecho a salvar vidas", se vaya a "tener que pleitear con los jueces".
Algo que finalmente no se hará en relación al toque de queda, que se descarta ya en Castilla-La Mancha, adelantándose a las decisiones que finalmente se adopten este sábado en una nueva reunión extraordinaria del Consejo de Gobierno.
No obstante, ha precisado también García-Page, "si mañana se despejara este escenario, sin tener que estar en una tortura judicial, podríamos valorarlo".
De este modo, sin cerrar por completo la puerta aunque con la certeza de que hoy por hoy no es posible volverlo a plantear, el presidente regional ha recordado que aunque "infinitamente más relajadas de lo que supone un toque de queda o un perímetro", desde el Gobierno de Castilla-La Mancha este sábado se van a tomar decisiones.
García-Page ha querido dejar claro que él no se va a "bajar del autobús" cuando "todavía quedan unos metros para llegar a la meta". Y eso a pesar de que a partir del domingo, con la finalización del estado de alarma, quienes están al frente de la pandemia van a tener que luchar "con una sensación de impotencia extraordinaria".
Una situación que García-Page ha asimilado a la de una hemorragia, asegurando que "si hasta ahora con el estado de alarma al virus se le había puesto un torniquete muy efectivo", ahora que decae, "vamos a tener que echar mano de las tiritas".
"Ojalá y no se desencadene una nueva ola de contagios", ha deseado el presidente, quien ha advertido, no obstante, que "el que no haya tormenta no quiere decir que no estemos con impermeable", puesto que "a partir del domingo nos quedamos sin paraguas".
De este modo, cruzando los dedos para que no haya tormenta y encomendándose "a la prudencia de la ciudadanía", la cual por el momento "ha estado muy por encima de la clase política" -ha precisado- Castilla-La Mancha se enfrentará desde este domingo a la nueva situación.
Se presenta así "un fin de semana muy complicado" ante el que Emiliano García-Page ha pedido por favor que se intente "entre todos", que se sigan cumpliendo "las normas más elementales de distancia social, de uso de mascarilla y de hábitos de limpieza e higiene", porque "no está para nada impedida la posibilidad de que haya una nueva ola de contagios dentro de la vacunación".
REVISIÓN DE MEDIDAS CADA 10 O 15 DÍAS
Para el presidente regional en Castilla-La Mancha "se está haciendo todo lo que hay que hacer; todo lo que podemos y lo que está en nuestras manos".
Sin embargo, ante la difícil situación que se plantea desde el domingo cuando "decae esa sensación de paraguas protector" que ha supuesto el estado de alarma, el Gobierno regional se plantea "ir modulando las decisiones, por duras que sean".
En este sentido ha precisado que las medidas se irán revisando "cada 10 o 15 días", y ya ha advertido que no se prescindirá de las decisiones localizadas en aquellos municipios en los que "se dispare" la incidencia. No obstante ha avanzado que también se va a valorar "un cambio en los estándares de los niveles y los listones de valoración, de forma acompasada y proporcional al nivel de vacunación".
Y aunque, ha insistido, le hubiera gustado tener "un mes más de vacuna legal", como se va a tener que seguir trabajando sin ella, en Castilla-La Mancha "vamos a hincharnos a poner vacunas", pidiendo que vengan "todas las que se pueda" y comprometiéndose a ponerlas "en las primeras 24 horas" tras su llegada.
30.000 VACUNAS EN 24 HORAS
Una vacunación que va "muy bien", asegura García-Page, y muestra de ello es que este jueves se batía un récord, llegándose a administrar casi 30.000 vacunas en un día.
Una situación que ha posibilitado que hoy mismo se haya adelantado la vacunación de personas de entre 50 y 59 años.
Así, ha destacado que esta situación "nos da una cierta fuerza" para pensar que "aunque haya contagio, las consecuencias en los hospitales, y particularmente, en los fallecimientos, va a ser muy diferente".
Sin embargo, ha advertido, "esto no quiere decir para nada que bajemos la guardia", puesto que "mientras haya virus y el virus se mueva, estamos expuestos a mutaciones, contagios y complicaciones, y sobre todo a una desconfianza colectiva".
Y es que, ha continuado, "la normalidad solo vendrá cuando realmente seamos capaces de certificar el final del virus, al menos en sus consecuencias trágicas y dolorosas".
Por otra parte, y en relación al planteamiento para universalizar la vacuna y liberar las patentes, García-Page ha recordado que en otros momentos de la historia "se ha abierto la mano" con los tratamientos médicos durante las pandemias.
Considera necesario encontrar "un compromiso moral e inteligente" entre la necesaria investigación privada, que se realiza con dinero y esfuerzo privado, "y el derecho a que nadie se quede sin vacuna en el mundo", puesto que "hasta que no esté arreglado el problema en el planeta, no estará solucionado".
