CIUDAD REAL.- La conciliación de la vida laboral y familiar sigue siendo aún una asignatura pendiente. La alta demanda de servicios que permitan paliar este problema queda patente en el éxito del Plan Corresponsables que el Gobierno de Castilla-La Mancha ha puesto en marcha gracias a la financiación estatal.
Una iniciativa que en su primera edición ha ayudado a conciliar a más de 16.500 familias castellanomanchegas, ha hecho posible atender a más de 24.000 menores en toda la región, además de que ha generado más de 1.500 empleos, la mayoría femeninos.
Un total de 612 municipios de toda la comunidad autónoma se han adherido a este programa, dejando de lado el color político, tal y como ha destacado la consejera de Igualdad y portavoz del Gobierno regional, Blanca Fernández, lo que ha permitido la puesta en marcha de servicios de distinta índole para facilitar a las familias la conciliación de su trabajo con el cuidado de los hijos.
Convencida de que la segunda convocatoria también será un éxito, Fernández ha subrayado que la siguiente edición contará también con una financiación de 16 millones de euros y con la novedad de la ampliación de la edad de los menores atendidos de 14 a 16 años.
De hecho, cree que Castilla-La Mancha continuará siendo un "referente" en esta política que pretende ser un balón de oxígeno sobre todo para las mujeres, ya que son mayoría las que se encargan de los cuidados, las que piden excedencias y reducciones de jornada y las que, a día de hoy, siguen renunciando a sus carreras profesionales.
