Los precios moderan su subida en julio en Castilla-La Mancha, situando el IPC interanual en el 1,8 por ciento

La cesta de la compra es hoy un 11,6 por ciento más cara que hace un año, según los datos del IPC publicados este viernes.
Una persona compra en una frutería de un mercado. - ARCHIVO
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TOLEDO.- Castilla-La Mancha registró la menor subida entre las comunidades autónomas, junto con Aragón, de la tasa de variación anual del índice de precios al consumo (IPC) en julio, que se situó en el 1,8 por ciento, cinco décimas por debajo de la tasa estatal, que creció el mes pasado al 2,3 por ciento.

En el conjunto del país, la inflación se aceleró en julio al 2,3 por ciento, 4 décimas más que en junio, impulsada por el encarecimiento de los carburantes en un mes en el que el precio de los alimentos y bebidas subió un 10,8 por ciento. Mientras, en Castilla-La Mancha la subida respecto al mes de junio fue del 0,2 por ciento.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado este viernes el dato del IPC, que muestra una subida de los alimentos cinco décimas superior a la de junio ante el encarecimiento de las frutas (11,6 por ciento) y los aceites y grasas (20,4 por ciento).

Sin embargo, el grupo que más ha influido en el repunte de la inflación general ha sido el transporte, cuyos precios bajaron un 5,3 por ciento, dos puntos menos que en junio, después de que los carburantes se encarecieran cuando hace un año bajaban.

También ha presionado al alza el sector del vestido y el calzado, que registró una tasa del 2,1 por ciento, cuatro décimas superior a la de junio, porque sus precios han bajado menos este año que el pasado.

Además, el ocio y la cultura aumentó sus precios un 7,2 por ciento, dos puntos más que en junio, ante el mayor encarecimiento de los paquetes turísticos.

Por el contrario, el precio del grupo de vivienda bajó un 14,9 por ciento, un descenso dos puntos más intenso que el de junio debido al abaratamiento de la electricidad y el gas.

Con este repunte, la inflación deja atrás dos meses consecutivos de moderación, mayo (3,2 por ciento) y junio (1,9 por ciento), aunque se encuentra lejos de las tasas de dos dígitos registradas en el verano de 2022, en parte por el efecto de comparar con un periodo en el que los precios ya estaban subiendo.

La inflación subyacente -que no tiene en cuenta los precios de la energía ni de los alimentos no elaborados por ser los más volátiles- se situó en julio en el 6,2 por ciento, tres décimas más que en junio, con lo que su diferencia con el IPC es de casi cuatro puntos.

En julio los precios aumentaron en todas las comunidades y ciudades autónomas, de manera especialmente intensa en Ceuta (4,3 por ciento), Melilla (4,1 por ciento) y Canarias (3,6 por ciento), mientras que el ascenso más moderado se registró en Aragón y Castilla-La Mancha (1,8 por ciento).

En términos mensuales, los precios subieron en julio un 0,2 por ciento con respecto a junio, cuando habían aumentado un 0,6 por ciento, debido sobre todo al encarecimiento del ocio y la cultura y de la alimentación y las bebidas no alcohólicas.

El índice de precios de consumo armonizado (IPCA) se situó en el 2,1 por ciento, cinco décimas por encima del de junio.

PREOCUPANTE SUBIDA DE LOS ALIMENTOS

Datos que desde el sindicato UGT han valorado, mostrando su preocupación por el aumento que siguen experimentando los alimentos. Un incremento que parece "no tener techo", con un incremento del 11,6 por ciento respecto a julio de 2022.

Así lo ha señalado la secretaria de Empleo y Política Sindical de UGT CLM, Isabel Carrascosa, quien advierte del grave problema que supone esta evolución para muchas familias castellanomanchegas, ya que en muchos hogares, que también deben asumir las subidas de los tipos de interés de las hipotecas, "no pueden hacer frente a este encarecimiento de la cesta de la compra".

Para UGT, esta realidad "evidencia la falta de competencia en sectores clave como el de la distribución alimentaria, donde unos pocos supermercados poseen el poder suficiente para mantener precios elevados en detrimento del interés general", de ahí que piden medidas como ya se hizo con el sector energético a través de la excepción ibérica.

Asimismo insisten en la necesidad de que "sigan aumentando los salarios de los trabajadores", algo "esencial" para garantizar la recuperación del poder adquisitivo de las personas trabajadores y para retroalimentar el proceso de creación de empleo y de crecimiento económico del país.

En esta línea también se encuentra la valoración del IPC de julio que hacen desde Comisiones Obreras, sindicato desde el que consideran que los datos avalan la tarea pendiente de avanzar en la estrategia de mejorar los salarios.

Para la secretaria de Acción Sindical de CCOO CLM, Nunzia Castelli, los datos hoy conocidos "nos reafirman en la necesidad de utilizar la negociación colectiva para lograr subidas salariales que permitan recuperar el poder adquisitivo perdido a lo largo de 2021 y sobre todo en 2022.

Y es que aunque la inflación ha ido moderándose en los últimos meses, la realidad de muchos hogares es "difícil y muy difícil". "El incremento de precios en algunas partidas como energía o alimentación están muy por encima de la media general, y eso afecta en proporción mayor a las familias con rentas más bajas, que tienen que dedicar un porcentaje mayor de sus ingresos a este gasto".

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