Los miembros del comité de Elcogas han salido esta mañana de Puertollano con la intención de reunirse en Madrid con los dos accionistas mayoritarios de la empresa. Tras pasar por la sede de Elcogas en la capital, se han dirigido hacia Iberdrola y Endesa, donde han sido recibidos por las direcciones de recursos humanos.
Las eléctricas han recogido la carta que les han entregado los representantes de los trabajadores y trabajadoras del complejo termoeléctrico y se han comprometido a darles una respuesta en breve.
El objetivo no es otro que poner fecha a la reunión bipartita empresa–sindicatos que podría evitar el cierre.
El comité de empresa se ha trasladado a primera hora de la mañana a Madrid para tratar de explicar la necesidad de mantener esa reunión a los responsables de Iberdrola y Endesa, que son los socios nacionales y mayoritarios de Elcogas.
Al llegar a la capital, pasaron primero por las oficinas de Elcogas donde entregaron una carta en la que aseguran que el complejo industrial de Puertollano tiene futuro y que pasa por presentar una propuesta que sirva de base para solicitar una reunión tripartita al Ministerio de Industria, en los términos que permita la viabilidad de la central de ciclo combinado de Puertollano.
A continuación, se dirigieron a las sedes de Iberdrola y Endesa, donde entregaron el mismo escrito a las direcciones de recursos humanos de las dos compañías eléctricas, urgiendo a los accionistas de Elcogás a propiciar la reunión de la dirección de esta empresa con los sindicatos.
Los miembros del Comité remitieron por correo electrónico la misma carta a la dirección de la empresa eléctrica francesa EdF, también accionista significativo de Elcogas.
“Confiamos en que entre los accionistas de Elcogas haya alguien que no quiera dejar de lado a los trabajadores y trabajadoras de la comarca de Puertollano”, indicó Jesús Crespo, secretario del comité de empresa, que denunció que “de puertas afuera, Elcogas manifiesta su voluntad de trabajar en vías de la solucionar la viabilidad de la planta, pero internamente anula el diálogo social y solo trabaja en una dirección: el cierre”.
