En busca de la memoria silenciada de las 783 víctimas del franquismo sin identificar en fosas del cementerio de Toledo

Una investigación llevada a cabo por la Asociación Manuel Azaña ha permitido cuantificar en 1.787 los represaliados que fueron enterrados en el camposanto municipal, y ahora pretende devolver a los olvidados su nombre y dignidad.
Homenaje, en 2019, a los represaliados por la dictadura enterrados en el patio 31 del cementerio de Toledo. — ARCHIVO/GANEMOS
photo_camera Homenaje, en 2019, a los represaliados por la dictadura enterrados en el patio 31 del cementerio de Toledo. — ARCHIVO/GANEMOS

TOLEDO.- Las fosas y patios del cementerio municipal de Toledo siguen albergando los restos sin identificar de 783 víctimas del franquismo. En total se estima que 1.787 represaliados fueron enterrados en el camposanto toledano entre los años 1936 y 1947, aunque a buena parte de ellos aún no se les haya podido ubicar, devolver su nombre ni devolverles la dignidad que les fue arrebatada.

Son los datos que arroja la investigación llevada a cabo por la Asociación Manuel Azaña en colaboración con el Ayuntamiento de Toledo, gracias al cual se han podido cruzar los datos de los libros de defunciones del Registro Civil con los libros del camposanto.

Investigación que en su primera fase ha permitido "cuantificar" y ubicar los restos de las víctimas, y a la que se dará continuidad con una segunda fase en la que se pondrá a disposición de la ciudadanía un documento con todos los nombres de las víctimas del franquismo en Toledo, y se procederá a la elaboración de un mapa de las fosas bien por tramos o patios del cementerio municipal.

Unos detalles que han ofrecido el concejal de Participación Ciudadana, Juan José Pérez del Pino, y el presidente de la Asociación Manuel Azaña, Isabelo Herreros, quienes han avanzado la firma de ese segundo convenio que posibilitará complementar de manera cualitativa el análisis nominativo ya concluido.

Junto a ello, también se proponen completar el listado de nombres que ya se ha elaborado, con una serie de datos personales de cada una de las víctimas enterradas, así como la recogida de fotos, documentos, objetos o testimonios de los familiares para configurar "el perfil humano y personal de cada una de ellas".

Una labor que vería la luz en forma de publicación, en la que se incluirían todos los datos de la investigación, de modo que quienes puedan estar interesados en ello, tanto por motivos personales como investigadores e historiadores, puedan tener acceso a los documentos.

El edil ha destacado el "excelente empeño" de la Asociación, que ha impulsado al Consistorio a poner en marcha este segundo convenio para el que ya se cuenta con financiación, también a través de la FEMP y la Secretaría de Estado de Memoria Democrática.

Mientras que esa segunda fase del proyecto va tomando forma, han detallado que a través de la web de la Asociación Manuel Azaña (www.manuelazana.org), se podrá consultar la memoria justificativa de esta primera investigación, la cual ya fue remitida en diciembre a la Federación de Municipios y Provincias.

Una primera fase que, tal y como explica Herreros, ha sido "mucho más laboriosa" de lo que a primera vista podría parecer, dado el marco temporal en la que se sitúa la investigación, con la inmediata ocupación de Toledo por parte de las fuerzas del general Varela, sino también con la posterior represión sufrida desde 1937, con los consejos de guerra.

Esto ha implicado el tener que trabajar también con documentos procedentes del Archivo Histórico de Defensa, en el que se conservan los sumarios de esos procesos celebrados en Toledo en aquellos años.

Y aunque la cifra de 1.787 víctimas "es verificable", puesto que se establece en base a los archivos documentales consultados, "no es definitiva", ya que según diversos testimonios recogidos de la época o en alguna publicación de entonces, ya se indicaba que hubo inhumaciones en otras zonas de la ciudad, aunque este proyecto se circunscribe únicamente -ha precisado-, a los enterrados en el cementerio municipal.

Un lugar en el que no es la primera vez que se trabaja para dignificar a las víctimas y los enterramientos. Así, se han recordado las intervenciones llevadas a cabo en el Patio 31 o el Patio 42, conocido también como 'patio del silencio o 'patio de la caridad', en el que se encuentran enterradas más de setecientas personas de la "represión más inmediata".

Una dignificación de esta fosa común que el pleno del Ayuntamiento de Toledo acordó por unanimidad de los tres grupos que entonces tenían representación municipal (PSOE, IU y PP), que presentaron en julio de 2007 una proposición conjunta para dignificar este espacio y el resto de fosas comunes existentes en el camposanto toledano, haciendo así "un reconocimiento público a las víctimas de la Guerra Civil Española y las que sufrieron la represión del régimen franquista".

Un pleno en el que se recordó cómo en esta fosa común se encontraban los restos de algo más de setecientas personas, procedentes de las cárceles franquistas de la ciudad, que entre los años 1936 y 1943 fueron asesinadas.

Un acuerdo que se traduciría casi cuatro años más tarde en la dignificación de forma oficial de este patio -en el que años antes se metieron las excavadoras para llevar a cabo una ampliación del cementerio-, una reparación moral a las víctimas que desde entonces tienen un lugar 'digno' en el que rendir homenaje a las víctimas.

Por último, Herreros ha destacado cómo en esta nueva fase de investigación el cotejo de los archivos de los sumarios permitirá no solo cruzar datos sino recoger referencias de otras personas a las que se cita, "aunque no las hayamos encontrado o no esté inscrita su defunción, porque hayan podido ser trasladados".

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