TOLEDO.- 'Alfonso X el Sabio: el legado de un rey precursor' es el título de la exposición que hasta el próximo 19 de junio alberga el Museo de Santa Cruz de Toledo, con la que se pretende poner en valor la figura y el legado del monarca, nacido en la ciudad hace ochocientos años.
Una muestra enmarcada en los actos conmemorativos del VIII Centenario de su nacimiento que este lunes ha inaugurado el rey Felipe VI, quien acompañado por el ministro de Cultura, Miquel Iceta; el presidente del Gobierno en la región, Emiliano García-Page y la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, entre otros, ha recorrido la exposición, dispuesta en el crucero superior el edificio renacentista.
Una muestra formada por cerca de 180 piezas procedentes de medio centenar instituciones nacionales e internacionales como el Museo del Prado, la Biblioteca Nacional de España o La Alhambra, a través de la cual el visitante se podrá acercar a la historia y el contexto sociopolítico en el que vivió Alfonso X de Castilla, así como la gran obra literaria, científica, histórica y jurídica que patrocinó, supervisó y en la que también participó en colaboración con la Escuela de Traductores de Toledo.
Piezas entre las que se encuentran el Libro del Saber de Astrología, un códice del siglo XIII que conserva la Biblioteca Histórica Marqués de la Valdecilla de la Universidad Complutense de Madrid.
Asimismo ha regresado a Toledo uno de los cuatro volúmenes originales de las Cantigas de Santa María, formadas por alrededor de 420 composiciones escritas en galaico-protugés, mandadas componer por Alfonso X a lo largo de su reinado en su mayoría, aunque también de algunas de ellas fue su autor, presentado así su faceta de rey trovador. Concretamente se trata del denominado Códice de Toledo, procedente de la Biblioteca Capitular de Toledo que para la muestra ha sido cedido por la Biblioteca Nacional de España.
Otra de las piezas de la exposición es la Bula del papa Alejandro IV, fechada el 6 de abril de 1255, confirmando el Estudio General de Salamanca que viaja desde el Archivo de la Universidad salmantina hasta la ciudad de Toledo.
Pero además de documentos, esta muestra recoge otra serie de piezas relacionadas con el rey sabio. Una de las más significativas de la muestra es la casulla del infante don Sancho de Aragón, arzobispo de Toledo. Una vestimenta eclesiástica, que se conserva en el Museo de los Tapices de la Catedral Primada, en la que aparecen las armas de Castilla y Aragón, así como las águilas negras de la familia Staufen a la que pertenecía la madre de Alfonso X, Beatriz de Suabia. Rica tela que probablemente fuera un regalo del rey a su cuñado don Sancho, hijo de Jaime de Aragón, quien fuera arzobispo de Toledo entre 1266 y 1275.
Como también destaca la corona de los camafeos, recuperada del ajuar mortuorio de Sancho IV, cuyo sepulcro en la Catedral de Toledo fue abierto en 1947. Una corona de gran valor histórico, al ser la única que se conserva de un rey medieval hispano, que muy probablemente perteneciera a su padre Alfonso X, ya que según se recoge en su testamento, del año 1282, legaba a su heredero "las coronas con las piedras e con los camafeos".
La exposición podrá visitarse, de forma gratuita, de lunes a sábado de 10:00 a 18:00 horas y los domingos de 10:00 a 14:00 horas.
DISTINTAS FACETAS DEL MONARCA
La muestra se organiza en cinco secciones, a través de las cuales se van presentando las distintas facetas del rey moderno, europeísta, integrador, apasionado de las ciencias y de la cultura que fue Alfonso X.
La primera de ellas, Alfonso infante (1221-1252), recoge las tres primeras décadas del futuro rey; la segunda, dedicada al rey gobernante (1252-1284), hace referencia a su reinado, plagado de luces y sombras, su vida al frente de los reinos de Castilla y de León, su obra legislativa y las relaciones con la Iglesia.
En esta sección se exponen, entre otras piezas, un volumen de las Siete Partidas, prestado por la Biblioteca Nacional, en el que se intenta justificar el poder absoluto que debía tener el rey, pero también la preocupación de Alfonso X por el pasado, la organización de la administración de su reino y diversos aspectos políticos.
Una tercera sección presenta al visitante al rey sabio, en la que se refleja su interés por la ciencia y el ajedrez, pero también su devoción por la Virgen, los estudios, la astronomía y la astrología, así como la difusión del castellano.
En el cuarto brazo del crucero se aborda el final del reinado, una etapa marcada por la crisis sucesoria, la muerte del rey y su sucesor, Sancho IV.
Por último el discurso expositivo lo cierra la sección que se ha denominado 'La visión del rey desde la posteridad', en la que se recoge cómo historiadores y artistas han abordado la figura y la obra de Alfonso X.
