TOLEDO.- La fachada del antiguo colegio de los Jesuitas de la localidad toledana de Oropesa no ha resistido más y después de años de abandono y riesgo permanente de derrumbe, ha terminado cediendo. Así, la pasada medianoche y apenas dos días antes de que el municipio reciba a los miles de visitantes que espera para la XXIII edición de sus Jornadas Medievales, terminaba desplomándose, sin causar daños personales.
Un edificio privado, que data del siglo XVII y cuyas trazas se atribuyen a Herrera, declarado bien de interés cultural, al que la protección con la que cuenta desde el año 1991 bajo la categoría de monumento, de poco ha servido para mantenerlo en pie. Y es que, según han explicado desde el Ayuntamiento de Oropesa, pese a que las distintas corporaciones municipales, incluida la actual, han intentado iniciar trabajos de apuntalamiento o derrumbe, no se han conseguido llevar a cabo.
“Siempre se ha intentado contactar con los dueños, pero no daban señales de vida. Y como era un edificio protegido, desde Patrimonio no nos dejaban trabajar en él y al final ha pasado esto”, ha lamentado el alcalde, Rubén Zapardiel.
No obstantes, se ha sentido aliviado de que el derrumbe se haya producido antes de las Jornadas Medievales que se celebran del 12 al 14 de abril, y en las que se espera a más de 40.000 personas por las calles de la localidad.
El derrumbe de una de sus fachadas, construida en fábrica mixta de ladrillo y mampostería, tenía lugar a las doce y media de la noche, según ha informado el 112.
Hasta el lugar se desplazaban efectivos del parque de bomberos de Talavera de la Reina, que se han ocupado de apuntalar y vallar la zona, así como de llevar a cabo el control de riesgos y descartar que hubieran quedado personas atrapadas bajo los escombros.
Una vez comprobado que no se habían producido daños personales, se procedía a la retirada de dos camiones que se encontraban aparcados en la zona.
También acudían hasta el lugar del suceso efectivos de Protección Civil y agentes de la Guardia Civil.
